Lo primero, como siempre, practicar. Busca algún escalón grande y aprende a sacar el culo por detrás del sillín para evitar salir por delante de la bici. Adopta una posición de descenso. Cuando nos enfrentamos a una trialera, ayuda mucho si adoptamos la siguiente posición sobre la bici:
- Talones bajos. Tienes que tratar de llevar los talones lo más bajos posible.
- Por supuesto, no puedes ir sentado sobre el sillín.
- Rodillas flexionadas.
- Codos hacia fuera.
- Manos relajadas, sin peso.
- Espalda plana.
En esta posición, es sencillo reaccionar ante las dificultades que nos encontremos y controlaremos mejor la bici. Ahora, al llegar al borde del escalón deja que la rueda baje a la vez que tu cuerpo se desplaza hacia atrás. Digamos que la rueda delantera baja pero tú aún estás arriba.
Y ahora, ¡a practicar!