1. Manillar más largo y potencia más corta. Con esto conseguirás erguir la postura y retrasarla, a la vez que estabilizas la rueda delantera, con el manillar más ancho. Ahora en las subidas tendrás que flexionar un poco más los codos, y bajar el pecho al manillar, para conseguir el mismo rendimiento.
2. Neumático delantero. Monta un neumático con algo de más balón delante. Levantarás ligeramente el manillar, el ángulo de la dirección se relajará suavemente, consiguiendo también más control, aparte del más agarre que implica la mayor superficie de tacos de un balón superior.
3. Suspensión delantera. Si habitualmente bajas por terrenos inclinados, puedes subir la presión de la horquilla 5 ó 10 PSI. Con esto consigues que la suspensión trabaje más levantada, y se reduce la sensación de saltar por delante del manillar.
4. Para aumentar aún más las prestaciones y si dispones de presupuesto te recomendamos la instalación de una tija de sillín telescópica. Estas tijas “pijas” como las llaman algunos, son verdaderos salvavidas, ya que permiten bajar drásticamente la altura del centro de gravedad, proporcionando más agarre, estabilidad y comodidad, bajando la altura del sillín con solo apretar una palanca.