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Visitamos Gobik. Yecla (Murcia)

Nos colamos en la recién estrenada sede central de Gobik, la marca creada por Jose Ramón Ortin y Alberto García que en 2024 ha cumplido diez años, repletos de éxitos.

Julio Vicioso

4 minutos

Visitamos Gobik. Yecla (Murcia)

Llegamos a la nueva sede de Gobik, una casa grande, con espacio para los ya alrededor de 200 empleados que suma esta empresa 100% española que surgió de la iniciativa de dos emprendedores sin experiencia en el mundo textil.

La entrada a las nuevas oficinas ya es un indicativo de lo que vamos a encontrarnos.

Hay que remontarse a 2009 cuando los fundadores de Gobik, amantes de la bicicleta, estaban en sus trabajos respectivos. Alberto en un despacho como arquitecto técnico viendo como la explosión de la burbuja de la construcción afectaba a su trabajo, y Jose viajando continuamente por el mundo como responsable de I+D de un marca relacionada con el mundo de la moto. Los domingos fuera de casa, sin mucho que hacer, iban a ser la clave de esta historia de éxito. Los astros estaban a punto de alinearse.

CLUB LAS LIEBRES

El club local al que pertenecían ambos estaba en ese momento decidiendo hacer unas equipaciones del club, y el diseño inicial fue un verdadero fracaso, así que de la necesidad salió la oportunidad. Alberto pasó en apenas unos días de trabajar en el diseño de planos a descargarse Illustrator y diseñar una equipación que iba a acabar vistiendo a “medio Yecla”, ya que de esa primera equipación creada por los fundadores se hicieron más de 200 conjuntos.

Gobik apuesta por una producción nacional que permite controlar la calidad

NO NOS DEDICAMOS A ESTO...

Tal fue el éxito de aquella primera equipación que 15 días después, Jose Ortin recibía la llamada de otro club local amigo, y directamente le comenta: “¡Qué chula os ha quedado la ropa!, ¿podéis hacer las nuestras?”. A lo que Ortin en un primer momento les contesto: “No nos dedicamos a esto”. Pero casi a continuación, y habiendo hecho ya la primera pequeña producción para su propio club, era el momento de probar, así que Jose le propuso a Alberto: “Haces el diseño y yo me encargo de la gestión...” . Y el proyecto salió adelante. Poco después un amigo común monta una tienda en Elche y la ropa se empieza a vender.

GARCÍA, ORTIN, BIKE...

El nombre de Gobik nace en un avión. Aquello no paraba de crecer, ya había mucha gente que quería conocer quiénes eran, pero en realidad solo había muchas horas detrás, pizzas a altas horas de la madrugada y una demanda que aumentaba cada día. Así que en mitad de un vuelo, el “GO” de ir en inglés, que además coincidía con las iniciales de los fundadores (García y Ortin) y el BIK de BIKE, acabó por fusionarse y crear la marca que ha revolucionado el sector de la industria textil ciclista, acabó por fusionarse y crear la marca que ha revolucionado el sector de la industria textil ciclista, con un producto de alta calidad y que ha conseguido proporcionar un cierto estatus y experiencias a sus clientes.

Gobik ya era una realidad, se seguían vendiendo miles de prendas, pero en el fondo no dejaba de ser un trabajo a tiempo parcial teóricamente, robando tiempo a las familias y al sueño. Y entonces, la profunda crisis en la construcción y el incierto futuro en la empresa donde Jose Ortin había desarrollado toda su carrera hicieron el resto.

Por fin, la primera prenda salió en enero de 2014. Entonces, tanto Alberto como Jose habían ido invirtiendo en maquinaría, no siempre con éxito.

G ES DE GOBIK... Y DE GIGANTE

Lejos de parecer algo presuntuoso, cuando hablas con los fundadores de Gobik hay un punto de realismo, de haber empezado desde cero, sabiendo lo que cuesta sacar adelante una empresa, y conocedores de la cantidad de familias que dependen de lo que un día comenzó con unas equipaciones para un club. La facturación anual de Gobik ya supera los 40 millones de euros, lo que, aproximadamente, es algo más de la suma total de la facturación del resto de marcas nacionales que están en el mismo sector textil. “Queremos seguir creciendo -nos dicen- aunque ya estamos de forma muy intensiva en España, Francia, Italia, Benelux, Portugal, Alemania, UK y Asia. Nuestra presencia es mucho mayor en cuanto a países, algunos tan dispares como Corea o Sudáfrica. Alemania o Gran Bretaña son algunos de los lugares donde queremos desarrollar lo que ya hemos hecho en otros países”.

Un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio. La pulcritud en las instalaciones sorprende, pero es el estándar.

Para conseguir llegar a estos nuevos objetivos tienen claro que lo van a hacer con su propio capital, como han hecho hasta ahora, y no solo financiero: “Hay un capital humano también, con el que hemos tenido mucha suerte, hemos ido juntando y reclutando personal que nos ha ido acompañando en esta locura. Aquí estamos ahora con unas 200 personas que son el éxito de Gobik”. Un 60% de la plantilla de Gobik son mujeres. Además de las impecables y recién estrenadas instalaciones que hemos tenido el lujo de visitar, con 15.000 metros cuadrados, Gobik tiene talleres de confección externos por toda la geografía española. En total, unos diez talleres manufacturando para Gobik, y aquí el porcentaje de mujeres asciende hasta un 90% aproximado. Y defienden seguir produciendo en nuestro país: “Producir aquí es una ventaja respecto a Asia o a los países del Este. Con el custom tienes que estar muy pendiente, en cada detalle de la prenda. Justo hoy se nos había colado un hilo en una plancha y se ha detectado en una de las fases de control. Si esto te pasa en Bulgaria… nadie va a parar esa prenda para darle al cliente la calidad que merece”.

El diseño siempre ha sido una de las claves del éxito en Gobik

 

CALIDAD Y EXPERIENCIA DE ALTO VALOR

Mejorar, ampliar la gama por arriba, con productos, colaboraciones, equipos profesionales, rendimiento... sin perder la esencia. Gobik quiere seguir siendo como arrancó. Que la calidad del producto y de su servicio sea de un alto valor emocional y experiencial. Siempre aportando una diferenciación en imagen, buen packaging, una imagen de marca que esté al día.

Alta tecnología y tradición. Los extremos conviven en la sede Gobik.

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