Los pueblos del Valle Medio del Lozoya y Buitrago de Lozoya han puesto en marcha Lozocleta, un sistema público de alquiler de bicicletas inspirado en los que funcionan en Sevilla, Barcelona o París, pero adaptado al mundo rural. La inauguración oficial será el próximo 16 de julio.
Lozocleta es un proyecto novedoso, pues es la primera experiencia de este tipo en el mundo rural, al menos en la Comunidad de Madrid. Con él, Gargantilla de Lozoya, Pinilla de Buitrago Navarredonda y Villavieja de Lozoya (municipios de la mancomunidad del Valle Medio del Lozoya) y Buitrago de Lozoya quieren convertirse en una referencia de la bicicleta y del turismo rural.
Todo empezó cuando la Mancomunidad del Valle Medio de Lozoya contactó en 2009 con la consultora Bybike con el fin de realizar un proyecto de bicicleta pública. Se realizó un estudio de viabilidad con la subvención del Consorcio de Transportes de Madrid y se propuso un nuevo modelo de explotación desarrollado a medida y no probado antes, ante las características demográficas de la zona.
El sistema elegido es un modelo automático tradicional (tipo bicing), pero complementado con un sistema manual, ambos integrados en un mismo entorno informático y gestión centralizada, aunando intereses municipales (cuatro ayuntamientos) y empresariales (actualmente ocho establecimientos hosteleros, aunque hay previstos unos cuarenta). Otro de los aspectos que distinguen al proyecto es la descentralización de los vehículos, almacenados en los lugares donde se genera la demanda con el fin de minimizar transporte y ahorrar energía y contaminación.
El gran reto era trasladar la bicicleta compartida, sistema que funciona bien en las grandes ciudades, a pequeños municipios, como Gargantilla de Lozoya, con 400 habitantes censados. Para ello, se hizo necesario que varios se unieran para aumentar el número de habitantes a los que dar servicio hasta 50.000, el número mínimo necesario para obtener las ayudas del Instituto para el horro y la Diversificación de la Energía (Ministerio de Industria), que gestiona el Consorcio de Transportes. Buitrago de Lozoya enseguida se sumó al proyecto. También Navarredonda y Villavieja. Entre todos, con el aumento de la población que viven en verano y sus zonas de influencia llegan a este tope y han podido ofrecer a sus vecinos este servicio, novedoso en el mundo rural, bajo el nombre de Lozocleta.
El año 2010 se resuelve el concurso y se implanta la solución propuesta. A posteriori se convoca otro concurso con el fin de licitar la explotación del sistema, basado en las premisas del modelo de negocio estudiado. Este concurso lo gana la empresa Entorno Producciones y Estudios Ambientales S.L. la cual dota al proyecto de una imagen, un nombre (Lozocleta) y ejecuta el plan de negocio.
MODALIDADES DE USO
El sistema, que cuenta con cinco bases repartidas en los cuatro municipios, cien bicis y capacidad para 400 abonados, está destinado para los vecinos. Por 16 euros pueden usar una bici durante media hora cada día durante toda la temporada, que va desde que empieza el buen tiempo hasta finales de octubre. El tiempo de uso siempre está limitado, para que las bicicletas se puedan compartir, pero se puede ampliar hasta varias horas diarias. Las bicicletas se recogen en los puntos automáticos, con una llave especial que se obtiene a la vez que el abono, y se pueden dejar en otro distinto.
El fin último es promocionar la movilidad urbana sostenible, en este caso, entre poblaciones, financiándose a través de la explotación empresarial del sistema. Para ello, los empresarios de la zona se han sumado al proyecto. Se trata de hoteles, bares o instalaciones turísticas que ponen a disposición de los clientes las bicicletas, en este caso a precios que van desde los cinco euros la hora hasta los quince por la jornada completa. Los turistas pueden optar por abonarse al servicio o por alquilar las bicicletas de forma puntual. Por ahora, los sistemas público y privado funcionan de forma independiente, aunque su gestión esté integrada. En un futuro, se quiere que ambos den servicio tanto a turistas como a vecinos de forma indistinta.
Por ahora, solo los municipios Valle Medio del Lozoya y Buitrago se han sumado a Lozocleta; pero al otro lado del río, al Sur, la mancomunidad del Valle de Lozoya, con municipios como Rascafría, estudian sumarse al proyecto. Es precisamente esta zona donde hay mejores sendas para el uso de la bici. En concreto, dispone de los casi cincuenta kilómetros acondicionados del Camino Natural del Valle del Lozoya. No obstante, se está trabajando en adecuar las vías de la parte que ya dispone del sistema de alquiler de bicicletas y, además, se ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente que habilite una senda desde la Mancomunidad Media de Lozoya hasta el camino natural.