En el año de la exposición Internacional de Zaragoza, es imposible no acercarse a esa ciudad sobre el agua, o casi. El canal Imperial de Aragón, proyectado y construido en la segunda mitad del S. XVIII para agilizar el transporte y extender el regadío, aunque inacabado, fue una importante obra, motor económico y social en su tiempo, que ahora sigue admirando y cumpliendo su función para el riego.
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