No todas las bicis de 29 pulgadas, rígidas y con una horquilla que no supere los 100 mm de recorrido han de ser pura sangres de carreras; esta Conor WRC es un buen ejemplo de ello. Hay una gran parte de aficionados al Mountain Bike que lo único que buscan es una máquina mecánicamente sencilla, estable, y que les permita recorrer kilómetros y kilómetros de pistas y senderos disfrutando de la naturaleza, de hacer un poco de deporte y de pasar un buen rato en compañía de los amigos mientras descubrimos nuevos parajes.
Por partes
Analizemos esta Conor partiendo de aquello que, a fin de cuentas, confiere a las bicis su carácter propio; el cuadro. El de esta WRC Pro está construido en aluminio 6061, uno de los más extendidos en nuestra industria por sus cualidades y su buen equilibrio entre peso y resistencia. Destaca su tubo diagonal, con un corte tranversal triangular y con la clara intención de conferir rigidez al pedalier, algo que consigue sin lugar a duda. La dirección, de 1-1/8” queda totalmente integrada en una pipa de dirección de poco más de 110 mm, muy acorde con la tendencia habitual en bicis rígidas de 29 pulgadas.
En la era de los hidroformados si hemos de decir que nos hubiera gustado encontrarnos con un tubo diagonal que “abrazara” de una manera un poco más explícita dicha pipa de dirección a fin de conferir más rígidez al tren delantero, algo importante sobre todo en bicis de 29 pulgadas que, como ya todos sabemos, generan mayores inercias y por lo tanto han de soportar una palanca superior que las de ruedas de 26 ó 27,5 pulgadas.
La bici, si analizamos sus geometrías y ángulos, tiene un concepto eminentemente rutero. Con 69,5º de pipa de dirección y 72,5º de sillín, unido a sus 450 mm de vainas, la convierten en una bajadora estable y predecible y le confieren buenas “armas” a la hora de pedalear en pistas llanas o afrontar subidas largas; todo un acierto, a nuestro entender, el huir de geometrías extremas, destinadas más a la competición pura y dura de Rally, algo que habitualmente vemos en otras 29 rígidas en las que se busca sólo la eficiencia en el pedaleo en detrimento de la comodidad. Insistimos, todo un acierto la geometría de esta Conor que nos permite pasar varias horas sobre la bici disfrutando, del entorno y la buena compañía; esencia pura del Mountain Bike, así de sencillo.
La horquilla elegida en este montaje, una Rock Shox XC30 TK29 apenas necesita presentación, con su buen compromiso entre absorción, sensibilidad, y rigidez... y además incorpora bloqueo Pop Loc desde el manillar.
Con respecto a componentes tales como tija, potencia o manillar ahí va un dato interesante: Todo fabricado por Ritchey en aluminio... y con personalización propia para esta Conor WRC: Todo un toque de distinción que no habíamos visto anteriormente.
Los cambios y frenos se confían, jugando a caballo ganador, a Shimano, concretamente a una acertada mezcla de Deore XT, Deore y frenos hidráulicos M395; sólo una pega, en una bici de 29 pulgadas preferimos un disco de 180 mm en el tren delantero, en lugar de 160 mm en ambos trenes.
El algodón...
¡No engaña!. Al subirnos a la bici y rodar con ella comprobamos como nuestra “interpretación” de su geometría es acertada: Eminentemente rutera, de ángulos relajados y permisivos, hablamos de una bici cómoda sobre la que pasar varias horas no es ningún suplicio. Si buscas una bici con un precio contenido, que te permita disfrutar de pistas y senderos sin excesivas complicaciones técnicas y con un carácter polivalente esta Conor podría ser tu bici.