Pues simplemente consiste en cortar un trozo de cámara, del cual dejaremos aproximadamente unos 2 cm en un extremo en la forma de tubo y a continuación, recortaremos en forma de capa el resto del trozo de cámara.
Desmontaremos el amortiguador para enfundar el cuerpo del amortiguador con el anillo de cámara que hemos recortado y una vez colocado en el cuerpo de la cámara, aseguraremos con una brida de plástico.
Volvemos a montar el amortiguador en su sitio observando que el trozo de cámara quede por encima del vastago del amortiguador como si fuera una capa. A continuación lo estiramos hasta la bieleta y practicamos un agujero en la cámara a cada lado para fijar la capa con un par de bridas a los tirantes del basculante y, finalmente, cortamos lo que sobra.
De este modo conseguimos que nos quede protegido el vastago del amortiguador ante las salpicaduras de arena, barro y gran parte del agua. Y como ésta es flexible permite el movimiento de la bieleta sin afectar en nada a su movimiento y alargando la vida de nuestro amortiguador.
Por cavallino