En el plan de desescalada del confinamiento marcado por el gobierno los más pequeños han sido los primeros elegidos. Por razones de salud física y mental y tras más de cuarenta días en casa, se ha decidido que éstos fueran los protagonistas de esta primera medida. Para ello se han marcado unas restricciones, no más de una hora y no más de un kilómetro más allá de nuestra casa, y sin juntarse con amigos. Ayer domingo fue una gran alegría para millones de niños que por fin pudieron expandir su horizonte, jugar, correr… y también montar en bici.
En la guía de buenas prácticas que el gobierno ha hecho pública se especifica que es estos paseos no se pueden utilizar zonas recreativas (parques infantiles, columpios, etc ) ni instalaciones deportivas, pero sí zonas verdes “Se puede pasear hasta una distancia máxima de 1 kilómetro del domicilio del menor (incluyendo espacios naturales y zonas verdes autorizadas).” Es decir, que, salvo que las autoridades indiquen lo contrario, podemos acudir a un parque urbano cerca de casa o, si vivimos en zonas rurales, podemos ir al campo, siempre que no rebasemos esa distancia.
Inmediatamente a los “mayores” nos ha surgido la pregunta: ¿y podremos salir con la bici también nosotros? La respuesta en la normativa es ambigua, no se especifica y al ser este, el acompañar a los niños, un nuevo motivo que nos permite salir de casa, no sabemos a qué acogernos. Por una parte se permite desplazarse al puesto de trabajo a comprar alimentos o a la farmacia, y para eso podemos usar la bici (incluso estaría recomendado), pero no podemos salir a hacer deporte, y por eso no podemos salir a montar en bici de modo recreativo. Es decir, lo que está regulado son las causas que nos permite salir de casa y no tanto la bici en sí.
Ayer ya han salido padres y madres con la bici, nos consta que incluso familias enteras (lo cual sí que está claramente prohibido), y todos estamos deseando salir con la bici, aunque sea a un kilómetro de casa. Pero os voy a contar por qué yo no voy a hacerlo.
Como el que más yo estoy deseando salir a pedalear, y muy pronto, si todo va bien, podremos hacerlo. Sin embargo estos días yo no voy a sacar mi bici, ni aunque mi hijo sí vaya con ella. Aunque el sentido común también me dijera que no hay mayor peligro a nivel sanitario por salir con la bici mi motivación es otra: Esta situación nos ha puesto a toda la sociedad un objetivo común: que haya cada vez menos enfermos, menos muertes y que los recursos sanitarios tengan capacidad de poder cuidar adecuadamente a todos los enfermos. El colectivo sanitario está haciendo un esfuerzo encomiable que nunca podremos agradecer lo suficiente y el resto tenemos todos que ir a una, estar unidos para que el virus se expanda lo menos posible. Hay que evitar fisuras y bronca. El confinamiento genera mucha frustración, y yo no voy a alimentarla haciendo que alguien, con razón o sin ella pueda pensar que me estoy aprovechando de la situación. Tampoco es demasiado esfuerzo, sólo hay que esperar un poco para que llegue ese día tan deseado. Tengamos paciencia.