El sector europeo de la bicicleta ha experimentado un notable crecimiento en la última década, impulsado por la mejora de las infraestructuras ciclistas y la creciente popularidad de las bicicletas eléctricas (e-bikes). Las e-bikes se han convertido en la primera opción de vehículo eléctrico para los consumidores en Europa, ofreciendo movilidad, ocio y beneficios significativos para la salud. La producción de estas bicicletas es mayoritariamente europea, destacando la solidez de la industria local.
En 2023, la industria de la bicicleta en Europa tuvo que adaptarse a un entorno económico desafiante, marcado por el aumento del coste de la vida y la disminución del poder adquisitivo de los consumidores. Este ajuste se reflejó en un descenso de las ventas, influenciado también por las interrupciones en la cadena de suministro y las ventas excepcionalmente altas durante los años de la pandemia.
El Informe del Sector de la Bicicleta 2024, publicado por AMBE y Cofidis, así como el Informe Europeo de CONEBI 2024, indican una caída en la venta de bicicletas, componentes y accesorios. A nivel europeo, las ventas de bicicletas tradicionales disminuyeron notablemente, mientras que las ventas de e-bikes también experimentaron una ligera caída. No obstante, las e-bikes lograron un aumento de más del 50% en las ventas de unidades respecto a los niveles anteriores a la pandemia.
En España, el mercado sigue la tendencia europea con una importante disminución en las ventas de bicicletas tradicionales y un leve crecimiento en las ventas de e-bikes, reflejando el potencial aún por desarrollar de este segmento. En 2023, se vendieron 1,22 millones de bicicletas en España, de las cuales más de 241.000 fueron bicicletas eléctricas.
En toda Europa, las ventas combinadas de bicicletas y bicicletas eléctricas alcanzaron los 19.300 millones de euros, mientras que en España sumaron 1.362 millones de euros, reflejando descensos del 8,9% y del 10,44% respectivamente en comparación con 2022.
La producción europea también experimentó un descenso más acusado debido a la reducción de las ventas y el exceso de existencias del año pasado. Sin embargo, en España, la producción de bicicletas resistió mejor que en otros países europeos, alcanzando las 301.100 unidades por un valor de 245 millones de euros en 2023, siendo el tercer mejor año de la serie histórica.
A pesar de estos desafíos, la industria ha realizado importantes inversiones en capacidad de producción, con nuevas fábricas y almacenes construidos en varios países de la UE, superando los 1.900 millones de euros en 2023. Aunque esto representa una ligera disminución respecto a los 2.100 millones de 2022, muestra una apuesta continua por el desarrollo del sector.
No obstante, el empleo en el sector, que agrupa a más de 1.200 empresas en toda Europa, registró una disminución del 5,5% en comparación con 2022. Este descenso varía significativamente entre países, reflejando el diferente nivel de desarrollo de los mercados de bicicletas y bicicletas eléctricas en el continente.
A pesar de estos desafíos, el análisis de CONEBI se mantiene optimista sobre el futuro del mercado, anticipando un crecimiento significativo de la demanda hasta 2030. Para lograr este crecimiento, es esencial un entorno político favorable, con políticas eficaces en el marco del Pacto Verde Europeo y una sólida Estrategia Industrial de la UE.
"Unas políticas eficaces a nivel europeo, como la reciente Declaración Europea sobre la Bicicleta y el informe sobre la Trayectoria de Transición de las Industrias de la Movilidad, son esenciales para impulsar tanto el ciclismo como la industria de la bicicleta en toda Europa. Las organizaciones nacionales miembros de CONEBI también desempeñan un papel fundamental en este sentido", declaró Massimo Panzeri, Presidente de CONEBI.