Mondraker crece, y para mantener este impulso la marca española ha diseñado y construido una nueva sede que acaba de dar a conocer. Se trata de un espacio nada común en sintonía con la marca en el que la funcionalidad y el diseño se han llevado de la mano.
Con la nueva sede se amplían las posibilidades. Los departamentos más técnicos, como I+D, Ingeniería o Diseño, cuentan con nuevos recursos incorporando la última tecnología en sus procesos. A su vez, los departamentos más industriales estrenan nueva estructura.
La planta de producción, en la que se ensambla la práctica totalidad de los modelos, será capaz de doblar la producción de bicicletas actual en las nuevas instalaciones.
Mondraker ha buscado con estas instalaciones dar prioridad a la comodidad y el rendimiento de todos los empleados, creando un ambiente laboral donde se fomenta el trabajo en equipo y el flujo de información entre departamentos.
La estructura de una rueda ha sido inspiración en el diseño del nuevo edificio, un cilindro de vidrio y acero que destaca en su entorno por su singularidad.
Las últimas tecnologías han permitido combinar la fachada transparente con una malla exterior de acero que proporciona control solar para minimizar el consumo de energía.
La luz natural ha sido una clara prioridad donde las grandes superficies acristaladas permiten disfrutar del sol mediterráneo durante todo el año, creando un ambiente de trabajo cálido y acogedor.
Su diseño circular invita a explorar libremente la sede desde todas las direcciones. Son 12.000 metros cuadros de superficie donde se conceptúan, desarrollan y ensamblan el 99% de las bicicletas Mondraker.