La fabricación de cuadros y componentes de titanio con impresión 3D da un nuevo paso en la industria del ciclismo de alto rendimiento. Alugear, fabricante polaco de componentes ciclistas, y Materialise, compañía belga especializada en impresión 3D metálica y software industrial, han desarrollado un juego de bielas de titanio impreso en 3D que es más de un 50% más ligero que los modelos tradicionales y está diseñado para producción en serie.
El componente, denominado Stellar Ti, pesa únicamente 437 gramos y combina impresión 3D en titanio con mecanizado CNC de alta precisión. Según las empresas, se trata de un avance relevante en este componente, al unir reducción de peso, resistencia mecánica y viabilidad industrial.
Con un precio de 1.328€, las bielas Stellar Ti cuentan con opciones en 155, 160, 165 y 170 mm, variando su peso entre los 437 y 455 gr según el tamaño.
El proyecto surge de una colaboración estratégica que abarcó desde el diseño inicial hasta la validación del proceso productivo, auditado en el Metal Competence Center de Materialise unicado en Bremen (Alemania).
El uso del titanio es clave por su elevada relación resistencia-peso. El diseño incorpora paredes finas y una estructura hueca que permite eliminar material innecesario sin comprometer la durabilidad. De hecho, el juego de bielas supera la exigente prueba de fatiga ISO 4210, que somete la pieza a 100.000 ciclos de alta carga.
El uso del titanio es clave por su elevada relación resistencia-peso.
La simulación digital desempeñó un papel central en el desarrollo, gracias a la cual se pudieron ajustar parámetros de impresión, orientación de las piezas y procesos de postprocesado para garantizar precisión dimensional, rendimiento mecánico y costes controlados antes de pasar a producción.
Desde Alugear destacan que el proyecto no se limita a un prototipo experimental. La compañía confirma que el juego de bielas puede fabricarse de forma consistente, a escala y con costes asumibles para el mercado, lo que abre la puerta a aplicar la impresión 3D en otros componentes de su catálogo.
UNA CARRERA POR DOMINAR LA IMPRESIÓN 3D DEL TITANIO
Este avance se inscribe en un contexto más amplio, donde un aditivo metálico usado en herramientas de impresión 3D lleva años intentando abrirse paso en el mercado. Uno de los hitos más conocidos fue el desarrollo del primer cuadro de bicicleta de titanio impreso en 3D en 2014, fruto de la colaboración entre Empire Cycles y la firma británica Renishaw. En aquel proyecto, las secciones de titanio impresas permitieron optimizar el peso y la resistencia mediante diseño generativo, sentando las bases de lo que hoy empieza a verse como una alternativa viable a largo plazo.
También fabricantes como Robot Bike Company utilizan piezas de titanio impresos en 3D para unir tubos de carbono en sus bicicletas de Enduro, permitiendo una personalización geométrica total y una elevada resistencia estructural. Este enfoque híbrido combina la ligereza del carbono con la durabilidad del titanio en zonas sometidas a grandes esfuerzos.
En carretera, firmas como No.22 han integrado piezas impresas en titanio en cuadros aerodinámicos de alto rendimiento, demostrando que la fabricación aditiva puede responder a exigencias tanto estructurales como aerodinámicas.
Más allá de los cuadros, la tecnología también se abre paso en componentes críticos. Marcas como Silca han introducido patillas de cambio trasero impresas en 3D en titanio, con mejoras en rigidez, precisión y resistencia frente a impactos.
La firma norteamericana apuesta por estas patillas de cambio por su buena resistencia y rigidez, fundamental para mejorar la rapidez y precisión de los cambios.
Aunque los costes siguen siendo superiores a los de la fabricación convencional, la industria comienza a demostrar que la producción en serie de componentes de titanio impresos en 3D es viable. El caso del Stellar Ti confirma que esta tecnología no se limita a prototipos o ediciones limitadas, sino que puede escalarse a nivel industrial.
Con proyectos activos en cuadros, uniones estructurales y componentes, la impresión 3D de titanio se abre camino como una de las vías más prometedoras para el futuro del ciclismo de alto rendimiento. Una evolución que apunta a bicicletas más ligeras, personalizadas y duraderas, fabricadas con procesos cada vez más integrados entre diseño digital, fabricación aditiva y mecanizado de precisión.
