Es una de las marcas de bicicletas más reconocidas a nivel mundial, Merida cuenta con gamas para todas las disciplinas, desde lo recreativo hasta la más alta competición, con multiples victorias en la Copa del Mundo de XCO como máximo exponente, sin dejar de lado el lanzamiento en los últimos años de los modelos eléctricos.
Pero la historia de Merida da comienzo desde abajo, cuando un ingeniero llamado Ike Tseng de visita en EEUU descubre el cartel de una tienda de bicicletas que decía: "no reparamos bicicletas taiwanesas de mala calidad". Fue en ese momento en que Ike, obsesionado por la calidad, comenzó a trabajar para cambiar la reputación de las bicicletas "Made in Taiwan".
Visionario y destacado por su talento, Ike crea en 1972 una fábrica de bicicletas con el objetivo de mejorar los niveles de calidad y de ingeniaría taiwanesa. Con el paso de los años, Merida pasó de ser una fábrica que ofrecía sus instalaciones de producción y soluciones de calidad a otras marcas de bicicletas a una marca por derecho propio, que es sinónimo de calidad, durabilidad, innovación y fiabilidad.
Hoy en día Merida cuenta con una de las instalaciones de producción más avanzadas en el mundo de la producción de bicicletas con sede en Taiwán, junto con el centro de I+D en Alemania. Así pues, han logrado un proceso del que no depende de las instalaciones ni de la producción de terceros. La firma taiwanesa se encarga de cada paso del proceso de creación de una bicicleta, desde el primer trazo del concepto de diseño hasta el producto acabado que se coloca en un contenedor, listo para su envío internacional.
Merida, que a pesar de ser una de las primeras empresas fabricantes de bicicletas en cotizar en la bolsa de Taiwan, mantiene el espíritu familiar en el ADN, con ahora el hijo de Ike Tseng, Michael, al frente del negocio.
Más información en www.merida-bikes.com.