El mecanismo de una transmisión necesita una precisión exacta para conseguir la sincronización necesaria entre el mando y el cambio, y para que, de esta manera, los cambios sean correctos. Esta precisión depende en gran mediad del estado de nuestro cableado. Ya sea porque se ha deshilachado, o porque el tiempo ha provocado corrosión o deterioro, hay situaciones en las que es recomendable hacer un cambio de cable. Se trata de una operación bastante sencilla pero que hay que hacer correctamente, o arruinaremos el funcionamiento de nuestros cambios.