Lo mejor es utilizar una pistola de calor o un secador para el pelo, para ablandar la pegatina y el pegamento, así no quedarán demasiados restos de éste. Si te quedan restos de pegamento, intenta rasparlos con una espátula plástica, y luego usa alcohol o acetona para rematar el trabajo. Hay disolventes que pueden funcionar muy bien, pero puedes llegar a dañar la pintura del cuadro, prueba primero con productos específicos para bicicletas.
Creemos que la mejor elección es optar por la paciencia e ir eliminado los restos poco a poco en lugar de usar un método demasiado agresivo. Según el tipo de adhesivo, el aceite de oliva o incluso una crema hidratante de manos, también pueden servir.