1. ¿El neumático está muy desgastado por la parte central? Es una de las causas principales, una cubierta demasiado fina es la mejor garantía para sufrir un pinchazo.
2. ¿Cuánto tiempo tiene la cámara de aire? Aunque es muy resistente y duradera también sufre desgaste, si no recuerdas la última vez que la cambiaste, ya toca.
3. ¿El neumático parece cuarteado? Sol, lluvia, frío, calor… El caucho se expande y contrae hasta perder efectividad, si parece la piel de un cocodrilo cámbialo.
4. ¿El interior de la llanta tiene "fondo de llanta? La banda que recubre el interior de la llanta cumple su función; protege la cámara. Si no tienes o está en mal estado compra uno nuevo.
5. ¿Se deshincha rápido o tarda varios días en perder el aire? Si se va deshinchando poco a poco es probable que se trate de un poro o una pérdida por la válvula, compruébalo sumergiéndola en agua.
6. ¿Llevaba poco aire cuando pinché? Por lo general una rueda poco inflada pincha más. Quizá tu problema sea la falta de presión, ya sabes cómo solucionarlo.
7. ¿He puesto bien el parche? A veces cuando reparamos una rueda no lo hacemos del todo bien, antes de volverte loco vuelve a comprobar la zona parcheada.
Y recuerda que no falte una bomba en tus salidas a la montaña. Los “pros" usan cartuchos de CO2 para hinchar en 3 segundos, pero es una alternativa poco ecológica que solo tiene sentido en competición.