El mal de altura, de montaña, el soroche, la puna o apunamiento, mal del páramo... Múltiples maneras de llamar al efecto derivado por la falta de oxígeno que se produce cuando estamos situados en cotas muy elevadas sobre el nivel del mar.
Cada año millones de personas en todo el mundo visitan las montañas para caminar tranquilamente observando el paisaje, esquiar en las más prestigiosas pistas, montar en bici en alta montaña, escalar las cimas más complicadas o simplemente pasar un rato agradable. Si estás planeando un paseo por altitudes superiores a 2.500 metros, debes tener en cuenta los problemas que esto te puede suponer.
Cuanto más alto se sube en relación al nivel del mar, menos oxígeno hay en el aire. El nivel de oxígeno es muy bajo en altitudes que superan de los 2.500 m. Esto causa problemas a las personas que normalmente no viven en niveles muy elevados y realizan una ascensión a cualquier cima.
Para una correcta ascensión, puedes tener presentes ciertos consejos como el de ir acostumbrando el cuerpo a la altura que queremos alcanzar de una forma lenta y segura. Es decir, aclimatarse a la altura antes de empezar la actividad física. También puedes dormir a una altitud menor de la que has estado durante el día. Por ejemplo, si estuviste a 3.200 metros, lo ideal seria dormir la noche antes y la noche después a 2.500 metros. Además, existen otros elementos que reducen la incidencia del mal de altura. Mediante diferentes estudios se ha demostrado que el Ginkgo biloba reduce la severidad del mal de montaña agudo.
El extracto EGb 761, presente en Ginkokán, reconocido por mejorar la microcirculación cerebral y periférica y por la protección que realiza frente al ataque de especies reactivas y radicales libres del oxígeno, es el extracto que se extrae del milenario árbol. Por eso, diferentes estudios han demostrado que tomando Ginkgo biloba cinco días antes de la ascensión, se reduce tanto la incidencia como la gravedad del mal agudo de montaña - AMS por sus iniciales en inglés (Acute Mountain Sickness). El motivo que explica su eficacia en la precaución del mal de altura, podría ser el hecho de que el Ginkgo biloba inhibe la sintasa inducible de óxido nítrico (iNOS) y destruye los radicales libres del oxígeno.
El Dr. Peter Hackett, afirma que el Ginkgo biloba podría ser bastante útil. Hasta ahora, sólo se ha estudiado desde los últimos 5 días hasta llegar a la gran altura, pero parece probable que incluso podría funcionar después de notar los síntomas de mal de altura.
El extracto de Ginkgo biloba EGb 761, presente en Ginkokán, es una sustancia segura (avalada por numerosos estudios), que no requiere receta médica y que posee un gran valor terapéutico. Se ha demostrado la positiva influencia contra la enfermedad de Alzheimer, la mejora de la memoria y la concentración y de los problemas de oclusión arteriosa (atero-esclerosis, fenómeno de Raynaud o de extremidades que se enfrían fácilmente como puede pasar con los alpinistas), neuropatías centrales y periféricas y la reducción del mal de altura. En este último caso, parece suficiente empezar a tomar el extracto de Ginkgo biloba sólo unos días antes de la ascensión. Únicamente deben tener cuidado las personas con problemas graves de coagulación cuando se están tomando fármacos anti-coagulantes. Como parece evidente, siempre es aconsejable consultar con tu médico o tu farmacéutico de confianza. Él os aconsejará perfectamente.
Ginkokán, extracto estandarizado de Ginkgo biloba EGb 761, de venta en farmacias (PVP aproximado de 15,79 €).