1> Aumenta el número y el tamaño de las mitocondrias. Las mitocondrias son unos órganos celulares presentes en los músculos cuya función es la obtención de energía a partir del metabolismo de las grasas. Utilizar más y de forma más eficiente el metabolismo de las grasas es muy importante para ahorrar glucógeno y así retrasar la fatiga.
2> Enzimas. Las enzimas son los reguladores de muchas reacciones químicas. Hay varias que se ven aumentadas con el entrenamiento y que permiten un mejor funcionamiento muscular. Por ejemplo, para metabolizar el ácido láctico producido cuando pedaleamos a una elevada intensidad.
3> Aumenta el número de capilares. Los capilares son los pequeños vasos sanguíneos que aportan oxígeno a los músculos que están pedaleando. De esta forma, reciben una mayor cantidad de oxígeno.
4> Aumenta la cantidad de glucógeno que podemos almacenar en nuestros músculos. Como el glucógeno es el combustible muscular, cuanto más tengamos almacenado más tardaremos en cansarnos.
5> Aumenta la cantidad de hemoglobina, que es la proteína responsable de transportar el oxígeno en la sangre para llevarlo a los músculos.
6> Aumenta la cantidad de sangre total, por lo que habrá más oxígeno disponible para los músculos.
7> El corazón es capaz de enviar más sangre en cada latido gracias a aumentar su tamaño y la fuerza con la que se contrae.
8> Algunos tipos de fibras musculares modifican su metabolismo y se vuelven más oxidativas, es decir, se fatigan menos y aportan más energía proveniente de las grasas.
9> Mejora de la economía de pedaleo, es decir, de la energía que se gasta para mover los pedales.
También te puede interesar
Los tres principios fundamentales del entrenamiento