Por lo general una zona clásica de la que se quejan los principiantes es el culo. Es normal, la mayor parte de nuestro peso gravita sobre él en la bici, salvo cuando vamos en pie en los pedales. El problema suele estar en que la pelvis no se apoya realmente sobre el asiento (las llamadas tuberosidades isquióticas, que son los huesos que tienes en el centro de los músculos glúteos). En su lugar la presión es soportada por el periné, la región comprendida entre el ano y los órganos sexuales, que no está preparada para ello. En muchos casos se llega a interrumpir la transmisión nerviosa, por la presión de tu propio peso sobre el nervio pudendo que pasa por la zona, y dejas de notar “las joyas de la familia”, que se te duermen. Si tienes pensado caerte y darte un buen golpe ahí mismo aprovecha ahora, no te va a doler nada…
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