Para un uso rutero está claro que no es necesario contar con grandes suspensiones, es más, estas pueden suponer un importante lastre a la hora de viajar por pistas o senderos sin descensos abruptos. Pero si hablamos de bicicletas eléctricas las cosas cambian. La asistencia del motor ayuda a mover más recorrido de suspensiones, como norma general, por lo que podemos llevar 170 mm para hacer rutas, casi sin problema, algo impensable en una bici “convencional".
Los recorridos aptos para todo uso para una doble suspensión oscilan entre los 130 y los 170 mm, teniendo en cuenta que las primeras tienen una geometría más apta para subidas, mientras que en las de mayor recorrido más retrasada y relajada es. Probablemente, y en según qué bicicletas, el mayor recorrido de suspensiones puede reducir ligeramente la autonomía, básicamente por el mayor peso y, según sistema de suspensión, por la influencia de la pedalada en la suspensión.
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