El talentoso Mathieu Van der Poel, el corredor con mayor proyección del panorama del ciclocross internacional, y tal vez (con el permiso de David Valero) el que en más dificultades ha puesto al intocable Nino Schurter la pasada temporada, correrá a partir de 2018 con bicis Canyon, al igual que su equipo Beobank-Corendon al completo.
En la temporada de ciclocross en la que ya estamos metidos de lleno, los corredores ya tienen listas sus Inflite CF SLX, pero cuando llegue la temporada de MTB Van der Poel de nuevo volverá a disputar las citas más importantes, con los juegos olímpicos de Tokio en mente, y lo hará con Canyon. El joven holandés ha confirmado que su objetivo en las próximas temporadas es compatiblizar el ciclocross con el mountain bike, hasta Tokio, y depués enfocarse en la carretera.
Por su parte Canyon se aprovechará del “feedback” de los corredores del equipo, información que revertirá directamente en el desarrollo de las bicicletas del futuro.