La sombra de la suspensión al final se disipó y se celebraron las finales DH ayer en Leogang, aunque llegó a nevar con frecuencia en la parte alta. Las condiciones climatológicas, no obstante, marcaron definitivamente la prueba, especialmente en una sección en pleno bosque y con grandes desniveles que convirtió la prueba casi en otro deporte. Todos lo pudimos ver en TVE. La carrera de mujeres, plagada de caídas, con situaciones tremendas en un barrizal en aumento. De hecho tal vez la ganadora fue la única que consiguió hacer el trazado sin ningún contratiempo. Y la ganadora en élite fue la primera sorpresa del día, la suiza Camille Balanche.
Después, con los hombres élite, la cosa fue incluso empeorando, y eso fue un factor que ayudó a la otra gran sorpresa, ésta aún mayor. El británico Reece Wilson marcó un gran tiempo y estuvo en el hot seat (“hot” a base de calefactor, todo hay que decirlo) durante una hora mientras ninguno de los favoritos conseguía superarlo, en un circuito cada vez en peores circunstancias y de nuevo lleno de caídas.
Fue una final extraña, a la que no le faltó emoción, pero sí buen descenso. Lo mejor de la jornada, la grata sorpresa de Aina González, cuarta en junior, el mejor resultado del Campeonato del Mundo para nuestro país.
Con las espectaculares fotos de @frabanvisuals podemos recordar lo que fue esta dantesca jornada de cierre de un Mundial inesperado en un año inesperado.