Consejos de compra

TEST: Tija telescópica Fox Transfer SL Factory

Probamos la tija Fox especialmente diseñada para XC y Maraton.

Mountainbike.es

4 minutos

Micro test tija Fox (1)

Hasta hace relativamente poco, tener una bici de XC lo más ligera posible y poder llevar tija telescópica, eran dos cosas un poco contradictorias, ya que la segunda suele implicar un sobrepeso nada desdeñable para los bikers obsesionados con pesar los componentes. Hablamos de entre 200 a 350 e incluso 400 g, según qué modelos comparamos en uno y otro extremo. Las opciones de tija telescópica superligera han sido y son bastante escasas en el mercado (principalmente KS, DT Swiss o Bike Yoke defendían esta categoría), aunque la llegada de la Fox transfer SL ha supuesto por fin un revulsivo para este segmento.

Se pone a la venta en la versión Factory Probada (con acabado Kashima en la barra y tornillos de titanio) y en la Performance Elite (negra y tornillos de acero), ambas en diferentes combinaciones de medidas con un máximo de 100 mm de recorrido (50, 70, 75 y 100 mm) y en los 3 diámetros más habituales. Además, también podemos optar por dos mandos en total: el de tipo 1X por debajo de manillar y el cásico 2X, incluido uno de ellos con la tija (el que pidamos a la tienda). Nosotros hemos probado la versión de 31.6 mm y 100 mm de recorrido, con una longitud total extendida de 380 mm, cuyo peso en nuestra báscula ha sido de 366 g (sin mando ni cable). El aligerado salta a la vista en numerosas partes, especialmente en el soporte de los raíles del sillín y toda la pieza que lo une a la tija, ahuecado y con un aspecto más minimalista que en una Transfer normal. La tuerca encargada de sellar la unión entre la barra y la tija en sí también es diferente y más afinada, ya que su función es simplemente la de alojar el retén que evita que el interior se ensucie. Y en la parte baja encontramos que el mecanismo de accionamiento está introducido hacia el interior de la tija, reduciendo la longitud total y con piezas bastante livianas en su construcción.

Lo mejor: Peso competitivo. Suavidad récord. Retorno rápido.

El recorrido máximo de 100 mm acota su uso a XC, que es para lo que se ha diseñado.

Se trata de una versión no solo aligerada de la Transfer normal, sino también simplificada a nivel interno con el objetivo de reducir mecanismos y piezas. Su funcionamiento es mecánico y no de cartucho hidráulico cerrado o mediante aire, bloqueando el movimiento del telescopio mediante unas bolas de acero y unas ranuras donde encajan e impiden que se mueva. Cuando presionamos la palanca ponemos en marcha un mecanismo en el que se deja de presionar a las bolas hacia el exterior y estas “caen” hacia dentro, dejando el hueco suficiente para que el telescopio se deslice. Debido a esta mecánica, una de las peculiaridades que presenta -controvertidas además- es que solo tiene dos posiciones: completamente extendida y completamente comprimida. Es decir, no podemos dejarla donde queramos que no sea arriba o abajo. Y esto es algo que no a todo el mundo le gusta y a lo que hay que acostumbrarse. Para entender bien la Transfer SL hay que ubicarla en un contexto “de carreras” en el que solo se usa donde realmente la necesitamos y donde no, no, para no perder segundos (lógica de competición, insisto). En el día de a día de alguien que no está compitiendo y monta por terrenos diferentes a los de un circuito, se echa de menos la posibilidad de poderla bajar cuanto queramos, o al menos, de contar con una posición intermedia, ya que en muchas ocasiones usamos un par de centímetros solamente para poder pasar algún obstáculo pequeño con más seguridad y/velocidad, y sabemos que no necesitamos bajarla hasta abajo del todo. Realmente nosotros hemos echado de menos poder utilizar el ajuste infinito de recorrido, sobre todo estando habituados a él, pero en un par de rutas te acostumbras.

A mejorar: Sin ajuste infinito. Límite de 100mm.

El mecanismo de retorno de la tija lo realiza mediante un muelle ligero pero muy largo y que se instala precargado (ligeramente comprimido), con un comportamiento que nos parece perfecto: a la hora de bajar la tija no cuesta absolutamente nada, es la más suave que conocemos, tanto que incluso lo hemos hecho con el dedo meñique de la mano para demostrarlo (si sigues nuestro canal de Instagram lo habrás podido ver). Y a la hora de volver a subir lo hace super-rápido, mucho más que la mayoría de tijas, justo lo que se demanda en una bici de competición. Una de las cosas a las que también hay que habituarse debido a este funcionamiento es a asegurarnos de que la tija ha bajado completamente, ya que si no lo ha hecho volverá a subir. En todo el tiempo que llevamos con ella nos ha pasado un par de veces, pero hay que apuntar que es algo que puede pasar si no vamos del todo atentos.

Respecto a la Transfer normal, incluso el anclaje del cable se ha reducido al máximo.

Y gracias también a esta menor complejidad mecánica, en un principio nos asegura menos mantenimientos y menos probabilidad de fallos a lo largo del tiempo (la temida holgura vertical debida a fugas de aceite o de aire…). En los primeros días adquiere un poco de juego lateral, el habitual en casi todas las tijas, pero tras los meses de test que llevamos con ella no hemos tenido prácticamente problemas ni cambios en su velocidad de funcionamiento.

 

FICHA TÉCNICA

Características: Solo cableado interno. Funcionamiento mecánico. Compatible con mandos tipo 1X, 2X y específico para manillar curvo. Diámetro de 27.2, 30.9 y 31.6 mm. Recorridos de 50, 70, 75 y 100 mm. Opciones: Versión Factory y Performance Elite. Peso: 366 g tija (380x100 mm, 31.6 mm). Mando 1X 33 g. Precio: 649 € Factory. 559 € en versión Performance Elite.

Más información en www.ridefox.com.

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