La realidad es que en efecto, los guardabarros más efectivos y completos son los más aparatosos, que además cuentan con regulaciones para adaptarlos a la perfección en tu bici. Sin embargo, existe una alternativa simple, económica y efectiva que puede solvertar el problema: los guardabarros de sillín. Se montan bajo el sillín, sin herramientas, fijándolos mediante unas pestañas a los raíles, y protejen el trasero de salpicaduras. Su ventaja es la fácil instalación, lo que nos permite incluso llevarlo en la mochila y montarlo en segundos si hace aparición la lluvia o el barro. A cambio ofrecen una cobertura más bien justa que protege el trasero y escasamente la espalda y, en caso de utilizarlo con tija telescópica puede llegar a rozar su extremo con la rueda trasera. Los puedes encontarr en el mercado por precios muy económicos, incluso por debajo de los 10 €, y no será difícil incluso fabricarse uno casero y convertirse en protagonista de uno de nuestros Trucos Verdes.
¿Qué guardabarros montar atrás?
Casi todos los que parecen efectivos son muy aparatosos y los que son discretos parece que pueden liberar de barro la zona del amortiguador pero no el trasero. ¿qué es mejor?
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