Con ciertas similitudes con las Jawbreaker (a las que complementan pero no sustituyen), especialmente en el gran tamaño y forma de la lente o el diseño aerodinámico y bastante agresivo, las Flight Jacket incorporan la tecnología de puente nasal Advancer, una palanca que al accionarla eleva el puente nasal y sube y aleja las lentes unos milímetros de la cara, permitiendo que aumente el flujo de aire y no se nos empañen.
Hemos comprobado que su función la cumplen no solo evitando la formación de vaho en días repletos de humedad o frío (aunque esto último lo hemos comprobado menos, dadas las fechas en que hicimos la prueba), siempre y cuando circulemos a una velocidad suficiente para que se produzca un flujo de aire, también sirven para evitar cierta sensación de agobio que se produce en subidas largas con mucho calor, “sobrecalentamiento” como Oakley lo ha llamado. Una vez activamos la palanca, la lente además de separarse un poco de la cara, también tiende a inclinarse hacia delante en la parte superior y hemos comprobado que en algunas ocasiones como por ejemplo con los primeros rayos de luz de la mañana, pueden producirse algunos reflejos un tanto incómodos en el interior de la lente, sobre todo si vienen de frente. No obstante, no es un sistema pensado para llevarlo activado constantemente, sino en momentos puntuales, ya que además la gafa pierde parte de la comodidad de la que presume.
Y constatamos que pese a su gran tamaño son enormemente cómodas, incluso para una cara estrecha, ya que la parte superior es bastante ligera al carecer de marco, y aunque la gafa en conjunto no es especialmente liviana (33 g), sobre la marcha no es algo apreciable ni un hándicap. Al no tener marco en la zona de las cejas la visibilidad es perfecta, sin nada que la interfiera, aunque es fácil que las gotas de sudor recorran toda la lente en caso de que nos caiga alguna, aunque también es más fácil de limpiar que en las versiones con marco.
Sus patillas están fabricadas en dos piezas que encajan una con otra a modo de puzzle y que permite sustituir la parte final por una de menor longitud, para adaptarlo a distintas cabezas y para evitar que coincidan con el sistema de retención del casco. Además permiten dar una nota de color a la gafa, algo en lo que Oakley es especialista, con multitud de opciones de color de montura y lente. Además, también hay disponible un puente nasal de distinto grosor, para aumentar su ajustabilidad.
Sobre las lentes, nuestra unidad de pruebas ha venido equipada con las Primz Road, resaltando numerosos contrastes y colores de la imagen, y aunque a priori están diseñadas para los tonos del asfalto, son bastante polivalentes y sus beneficios también se trasladan a la mayoría de “escenarios” en el campo. Podemos encontrarla en muchas más opciones (y precios, desde 202€ a 262€), con lentes Primz Low Light y Trail (ambas más específicas a entornos menos iluminados), Primz Ruby Polarized y Black Iridium polarizadas.
ficha técnica
[Características] Óptica HDO, lentes fabricadas en Plutonite y con recubrimiento Iridium. Incluyen varillas de distinta longitud, puente nasal de recambio y funda Microclear electrostática.
[Opciones] Posibilidad de lente Primz Low Light, Trail o Primz Ruby Polarized, además de lente Black Iridium polarizada. Montura de distintos colores.
[Peso] 33 gramos
[Precio] 212€ (lente Primz Road).
[ info] Oakley, 800 81 02 68, www.es.oakley.com