Su nombre Crossframe Pro no es otra cosa que una declaración de intenciones de hacia dónde ha dirigido Fox este nuevo modelo, hacia el segmento del Cross Country hasta ahora un tanto fuera de sus objetivos.
Dirigido también al Gravel, este casco que es el primer modelo de Fox que prescinde de visera, desde luego no es un casco más a nivel de diseño, con una personalidad muy marcada que no deja indiferente a nadie. Es algo que hemos comprobado en nuestras salidas con él, a algunos compañeros de ruta les ha encantado, aunque también hay otros que rápidamente lo han criticado. En nuestro caso, cuanto más lo hemos usado, más nos ha gustado y convencido.
Aunque no tiene visera, la parte frontal tiene una forma adelantada, como un voladizo, y en ella hay unas entradas de aire bastante profundas que van directas a nuestra frente. La ventilación en general es buena y se ha trabajado bastante. No es uno de los más ventilados de XC que hayamos probado, eso es de esperar pues hay modelos con este aspecto mucho más acentuado (por ejemplo Abus Airbreaker, Kask Valegro, Specialized Prevail 3…), pero para las características de este Crossframe, con una gran cobertura y protección, esta ventilación nos ha parecido bastante buena y mejor a la esperada dado su diseño más agresivo y cercano a un modelo Trail.
Ya que mencionamos el aspecto de la protección, es un casco compacto pero se nota que cubre más la zona occipital que la mayoría de cascos de XC, lo que hace que se sienta como muy envolvente.
De hecho al ponérnoslo lo primero que notamos es que se trata de un casco muy redondeado y que encaja a la perfección con nuestra cabeza, desde la frente a la parte posterior. Nos ha resultado muy cómodo desde el primer minuto con él, y aunque esto sea algo que se suele decir con la mayoría de cascos, en el caso de este Fox nos ha parecido que la comodidad es una de sus grandes virtudes.
Gracias a ello, sin llegar a ser un casco que destaque por su ligereza, 314 gramos en la talla S probada, un poco por encima de los 300 g que anuncia la marca (y anuncia también casi 350 g en la talla M), cuando vamos dando pedales se percibe aún más ligero.
Mucho más allá del diseño, el Crossframe es un casco en el que hay mucha tecnología tanto para nuestra seguridad como en sus detalles. Una de las primeras es que su cuerpo está fabricado con un EPS de doble densidad –Varizorb-, con lo que se consigue discriminar los impactos en alta y baja velocidad que llegan a nuestra cabeza, con más transferencia de energía los primeros.
Como no podía faltar, en el interior también encontramos el sistema MIPS, en este caso el Evolve Core, que es la evolución de la capa de baja fricción MIPS tradicional con un aspecto un poco más minimalista y trabajado, y por tanto interfiere menos con las tomas de aire. Un detalle que demuestra que se ha cuidado mucho este casco es que la membrana MIPS que queda en las tomas de aire laterales, donde ponemos las gafas en caso de quitárnoslas de la cara, en lugar de contar con una ventana grande se ha perforado con varios orificios.
Se ha hecho así para que la patilla de la gafa se guíe el interior en lugar de chocar contra nuestra cabeza.
Estos soportes para poner las gafas son muy peculiares. Tienen una goma triangular de alta densidad (TPU) con un agarre excelente, literalmente, y que cubre toda la ventana donde están instalados. Agarran tanto que hasta cuesta un poco encajar y extraer las gafas sobre la marcha, en comparación a todos los cascos que conocemos con sistemas parecidos, y es tan eficaz que podemos agitar el casco arriba y abajo con mucha violencia que las gafas no se van a caer –hemos probado con varios modelo de gafa y el resultado ha sido siempre el mismo-. Así que si temes que tus gafas se puedan caer al mirar hacia abajo, al pasar un bache grande o en situaciones similares, que sepas que con este Fox eso no te va a pasar casi con total seguridad.
El sistema de regulación también es destacable, contando con un cierre BOA muy preciso a la hora de ajustarlo y que reparte muy bien la presión, mejor de lo que esperábamos sobre todo en los laterales donde sólo el hilo del BOA apoya en nuestra cabeza (por encima y detrás de las orejas). Tenemos 3 alturas diferentes para ajustarlo a nuestra anatomía craneal.
Las almohadillas interiores tienen el mismo nivel de calidad, muy finas pero cómodas, con un tejido llamado Ionic+ que es antibacteriano.
En las hebillas se sigue un diseño ya muy conocido con unas piezas de plástico que guían las correas con una posición fija, aunque podemos moverla de delante hacia atrás. El cierre, como ya conocemos de otros modelos de la marca, es de tipo magnético, un FidLock SNAP que se manipula súper rápido.
¿Tiene algo malo? No hemos encontrado muchas cosas negativas salvo que su peso sea algo superior al indicado, tan solo que la goma con el nombre de Fox que recoge el exceso de cinta bajo nuestra barbilla no hace su trabajo del todo bien, y por más que la subimos para que quede bien plegada, vuelve a bajarse y nos hace llevar siempre la cinta algo suelta.
Su precio es de 199,99 euros y lo encontramos en seis combinaciones de color distintas.
Más información foxracing.es