Pequeñas piezas de metal en determinados puntos clave puede reducir el peso global. Esta es la idea que Canyon ha puesto en marcha en su nueva Lux de XC. De esta forma permite reforzar con menos material zonas críticas que requerirían una gran cantidad de carbono, tal y como ocurre los puntos de giro de la suspensión o en el anclaje de freno trasero.
La nueva bieleta, fabricada en aluminio, lleva los rodamientos instalados directamente sobre ella y no en el cuadro, minimizando el riesgo de dañar el carbono al tener que sustituirlos o al desmontarlos para hacer los mantenimientos.
Respecto a la Lux anterior el peso se ha reducido de 112 a 42 g, haciendo que el sistema de suspensión en conjunto se aligere 144 g (un 38%). El prolongador del amortiguador pivota sobre unos casquillos de fricción para ahorrar peso, algo posible sin renunciar a la fiabilidad gracias a que la gran parte de las cargas del basculante son soportadas por la bieleta y a que su giro tan solo es de unos 3º, muy reducido.