El mercado ya ofrece unas cuantas opciones de sillines 3D. Es verdad que aún no son muchas marcas las que incluyen en su catálogo sillines con esta tecnología, pero algunas de las principales ya los tienen, y en algunos casos con varios modelos, tal como veremos en este informe. Por lo general un sillín 3D “salta a la vista”, así que si montas uno en tu bici enseguida se verá que estás “a la última”. Sin embargo, aquí nos vamos a fijar más en los argumentos a nivel de prestaciones que en la estética rompedora de este tipo de modelos.
¿POR QUÉ 3D?
La impresión 3D, en los niveles que ofrece la tecnología actual, es capaz de generar estructuras imposibles de hacer con otras técnicas clásicas. Además, es mucho más flexible, en el sentido de que el proceso desde el diseño de una nueva pieza hasta la realización de la misma es mucho más rápido, requiere menos pasos que mediante las técnicas más clásicas de construcción industrial. Usos como joyería, medicina u odontología, que necesitan piezas con un alto nivel de precisión, y, sobre todo, que sean personalizables, son “usuarias” habituales de la impresión 3D.
La impresión 3D no acaba de nacer. Ni mucho menos. Las primeras patentes datan de los años 70 y 80, pero es a partir de comienzos de este siglo cuando empiezan a consolidarse las técnicas y se empiezan a aplicar a nivel comercial. Hay distintas tecnologías de impresión 3D, todas ellas tienen en común que hablamos de la formación de una pieza mediante capas, replicándose un diseño modelado informáticamente en aplicaciones como Autocad. Conectamos el ordenador a la impresora y “se obra la magia”.
¿CÓMO?
Sin embargo, no todas las impresiones 3D son iguales. Para nada. Hoy en día podemos tener una impresora 3D en casa, y nos puede valer para ciertos usos. Las impresoras por deposición fundida son las más asequibles y nos permiten hacer piezas en termoplástico, prototipos o series cortas. Sin embargo, con este tipo de impresoras nunca podríamos fabricar la cubierta de un sillín 3D. Y entonces ¿cómo se hace?
Pues se hace por lo general mediante una técnica mucho más compleja, la estereolitografía, que utiliza resinas líquidas fotopoliméricas que se solidifican cuando son expuestas a la luz emitida por un láser ultravioleta. De esta forma se van creando capas superpuestas de resina sólida que van creando el objeto. La empresa californiana Carbon ha perfeccionado este tipo de impresión 3D con su tecnología Carbon DLS (Carbon Digital Light Synthesis), y las principales marcas de sillines han recurrido a Carbon para la construcción de sus modelos 3D.
El proceso es así: una cubeta se llena de una resina fotosensible, y mediante la proyección de luz ultravioleta esta resina se va solidificando (“curando”) capa a capa mientras una plataforma va ascendiendo, elevando la pieza, que va emergiendo. Cuando la pieza está completa, entrará en una segunda “curación” en un horno, para que adquiera la consistencia debida, y para que se “fije” y se detenga el cambio químico. Hay que pensar que un sillín va a estar expuesto permanentemente a la luz ultravioleta ambiental, y no sería deseable que siguiera siendo sensible a esta luz.
La elasticidad del material utilizado y el nivel de detalle que se puede imprimir permite realizar diseños con una trama que hace que podamos mejorar el nivel de absorción que buscamos en un sillín. Hay que aclarar que la impresión 3D se utiliza únicamente en la cubierta del sillín, que se pega a la carcasa del mismo. Como las posibilidades de diseño informático son hoy por hoy tan elevadas, este tipo de impresión 3D permite generar diseños de la cubierta del sillín que van modificándose progresivamente según las necesidades de absorción a lo largo y a lo ancho del sillín.
¿SON TODO VENTAJAS?
No completamente. Los sillines 3D son siempre algo más pesados que su equivalente no 3D, en torno a 60-70 g, aunque esto es muy variable y en este mismo informe veremos que ya hay modelos realmente ligeros. Además, siempre son más caros, hablamos de un desembolso que por lo general supera los 300 €, con excepciones. Habitualmente vemos esta solución en modelos de alta gama, así que su accesibilidad por ahora aún es una asignatura pendiente.
Además, a muchos usuarios les preocupa que un diseño tan intrincado está condenado a retener el barro y la suciedad. Esto va a depender se si el diseño de la trama tiene entrada y salida o es más cerrado, para cuando usemos la manguera de cara a limpiar el barro acumulado. Ya hemos experimentado con el test de algún modelo que en efecto la limpieza puede ser más complicada que en un diseño tradicional liso con espuma clásica.
EL FUTURO
Como vemos en el presente los sillines 3D son modelos que absorben mejor las vibraciones, más cómodos, pero más caros y algo más pesados. Por lo general el tiempo abarata los procesos de fabricación así que es esperable que veamos cada vez más modelos a precios populares. Otra característica de este tipo de fabricación es que se reducen los pasos entre el diseño de un sillín y la llegada al mercado. Es un proceso mucho más flexible, una marca puede probar prototipos y llevarlos a producción muy rápidamente y esto va a hacer que la evolución de los sillines pueda ser más rápida.
Y está también el nivel de personalización que ahora puede conseguirse. Las marcas investigan con muestreo de laboratorio y de campo para saber las distintas zonas de presión que se generan al montar en bici. Con esos datos ahora es más fácil que nunca diseñar una cubierta para el sillín que responda a ese “mapeo” de presiones, que se adapte a las necesidades del ciclista, y ponerla a prueba tras su impresión 3D. Esto permitirá llegar a fabricar sillines completamente personalizados para cada usuario (echa un vistazo más abajo a “Otras opciones del mercado”). En este informe hemos destacado un modelo ligero y de alta gama en cada marca y os ofrecemos también otras opciones de cada fabricante, así como otras alternativas más exclusivas del mercado.
FIZIK VENTO ARGO 00 ADAPTATIVE
PROLOGO NAGO R4 PAS 3DMSS
SELLE ITALIA SLR BOOST 3D KIT CARBONIO SUPERFLOW
SELLE SAN MARCO SHORTFIT 2.0 3D CARBON FX
SPECIALIZED S-WORKS POWER CON MIRROR
OTRAS OPCIONES DE SILLINES 3D
El mercado de sillines 3D sigue creciendo, y seguramente veremos en el futuro que otras de las marcas importantes en accesorios se suman a esta tendencia. Por ahora, y dejando aparte la oferta low cost que encontrarás en la Red, cada uno es libre de arriesgar como quiera, hay otros pequeños fabricantes especializados que investigan y diseñan sus propias alternativas y que hemos querido destacar.
Desde USA BiSaddle nos ofrece por ahora sólo modelos para triatlon con acanalado completo, el Saint Pro 3D, aunque es posible que veamos pronto algún modelo más versátil.
Los que sí tienen ya un sillín para MTB y carretera son los checos de Posedla, y además es un sillín muy especial, porque está personalizado. La marca te envía un kit de medición y te solicita unos datos y el sillín se imprime a medida del cliente, utilizando, además, una técnica de impresión alternativa a la habitual, con polvo de poliuretano térmico, luz infrarroja y calor, y no una base de resina líquida fotosensible como es habitual en otros fabricantes. Posedla hace todo el proceso en Europa (impresión en Alemania, manufactura de raíles de carbono y ensamblaje en República Checa) y es muy cuidadoso con los procesos y packaging a nivel medioambiental. Con varias opciones de color, el Joyseat 2.0 cuesta 490 €.
Quien sí utiliza la impresión 3D habitual de resina fotosensible de Carbon Inc es el fabricante norteamericano Bjorn, con su modelo Setka, con cubierta 3D y carcasa y raíles de carbono. Se trata de un modelo muy ligero, sólo 131 g, y que, además, podremos elegir en dos anchuras diferentes, 143 y 155 mm. El sillín mide 250 mm de largo, admite un peso máximo de 120 Kg y se vende online desde la propia web de la marca por 420 dólares.