Esto seguro que lo sabes: las lentes fotocromáticas tienen la cualidad de adaptar su filtro solar a las condiciones lumínicas, es decir, a la cantidad de UV. Dentro de su filtro hay unos pigmentos que reaccionan químicamente a los rayos UV, cambiando el tono y filtro de la lente, y todo esto en cuestión de segundos, casi minutos, en función de la marca o fabricante de la lente. Hay que tener en cuenta que en días nublados también pueden permanecer oscuras, debido a la alta concentración de UV.
Cuando elijas fotocromáticas, ten en cuenta el grado de filtro, que oscila entre el 0 (el más claro) con un 80-100% de transmisión de la luz y el 4, que sólo deja pasar entre un 3 y un 8%. Este último es sólo indicado para deportes de alta montaña. La mayoría de gafas de bici, tienen grado de 1 a 3 o de 2 a 3. Según cuanto te moleste la luz y también según el entorno en el que sueles montar (más boscoso, más abierto…) te decantarás por uno u otro, siempre que exista esta posibilidad.