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Aventura JEEP: 3 rutas MTB de otoño e invierno en la Sierra de Guadarrama

La sierra de Guadarrama en otoño e invierno es una sugerente combinación de arboledas de colores, bosques de montaña teñidos de magia y seducción y valles que parecen sacados de un cuento de fantasía. Para descubrir algunas de estas maravillas ambientales contamos con nuestros amigos de JEEP y Juanjo Alonso, Kapi Pedales, buen conocedor de los paisajes serranos del Sistema Central en bicicleta.

Juanjo Alonso // FOTOS: César Cabrera

4 minutos

Aventura JEEP: 3 rutas MTB de otoño e invierno en la Sierra de Guadarrama

SILLA DE FELIPE II Y BOSQUE DE LA HERRERÍA

Ponemos rumbo a la Sierra Oeste de Madrid para llegar hasta San Lorenzo de El Escorial, con el majestuoso monasterio construido en el siglo XVI entre 1563 y 1584.  Desde aquí podemos contemplar gran parte de la Sierra y visitar esta localidad cargada de historia. Vamos a comenzar un intenso viaje de mountain bike por bosques que siempre nos emboban los sentidos cuando llega el otoño. Empezamos subiendo en el Jeep  Avenger hasta la Silla de Felipe II, en El Escorial, para recorrer en bici los divertidos senderos del bosque de la Herrería, antiguo jardín de reyes y seguramente por eso es una de las maravillas botánicas de la sierra de Madrid.  Está bien conservado, contiene una diversidad botánica única en la sierra y tiene un importante legado histórico.

Los jardines reales de La Herrería son un encuentro con el misterio del bosque otoñal, destilado como una pócima mágica en una preciosa arboleda de la Sierra Oeste madrileña. En los senderos y colinas hay árboles monumentales, algunos exóticos, y otros únicos en el mundo por el porte o la edad. El melojar está cerca de la histórica calzada romana de las Machotas y fue refugio de Felipe II durante la construcción del Monasterio de El Escorial, en el siglo XVI, cuando decidió levantar una gran obra para celebrar la victoria en la batalla de San Quintín. El rey ordenó contratar los mejores alquimistas y especialistas en ciencias ocultas para elegir un lugar determinado en la sierra de Madrid. Felipe II no tuvo problemas para concluir el proyecto, aunque fue excomulgado por la simpatía del monarca hacia el esoterismo y los libros heréticos. El lugar elegido para el monumento fue la falda del monte Abantos, en San Lorenzo de El Escorial, con la fachada principal hacia la puesta del sol el día de San Lorenzo (10 de agosto), fecha de la famosa batalla entre las tropas españolas y el ejército francés. El rey ordenó construir un observatorio en los frondosos bosques de La Herrería para contemplar la evolución de las obras, un púlpito labrado en varias peñas de granito conocido como Silla de Felipe II, rodeado de robles y buenas vistas del conjunto monumental, considerado uno de los edificios renacentistas más importantes de Europa.

Seducción y hechizo forestal en los caminos emboscados de los jardines reales de la Herrería.

 

VALLE DEL LOZOYA

Ponemos rumbo al norte de la Comunidad de Madrid, entre carreteras de montaña donde el Avenger se desenvuelve como pez en el agua. La siguiente ruta del viaje es el valle del río Lozoya, para llegar pasamos por los puertos de Navacerrada y de los Cotos y entramos en el valle por los pinares de la Angostura, madera con denominación de origen. En Rascafría aparecen las dehesas de robles y el camino hasta el pueblo de Lozoya es una delicia, recorriendo en bicicleta el Camino Natural por los túneles forestales de la gran vega pastoril en Alameda del Valle y Pinilla del Valle, incluso continuar hasta Canencia y subir por el abedular del Sestil de Maíllo, el otoño envuelve los caminos de ambientes deliciosos y es fácil seguir dando pedales.

Las sugerentes dehesas del Valle de Lozoya en otoño son la entrada al reino de las sensaciones

La cuenca alta del río Lozoya es un valle extraordinario al pie de las grandes cumbres de la sierra de Guadarrama, una rica combinación de diversidad natural, ecosistemas serranos y cultura popular en el mundo rural de los pueblos que habitan las dehesas del Lozoya desde épocas remotas. El valle nos ofrece varios recorridos y no tiene alguno más porque la normativa del parque nacional prohíbe el uso de bicicletas fuera de las veredas tradicionales y las pistas forestales. Entre las numerosas propuestas podemos, desde Rascafría, pedalear hasta los históricos pasos de montaña de Malagosto y Reventón, pasar por el mirador de los Robledos, el balcón del alto Lozoya, y recorrer la orilla del río en el valle de la Angostura, o también podemos acercarnos al pueblo de Lozoya y ascender a la emblemática horizontal que contempla el valle desde las alturas.

Carreteras de montaña y paisaje otoñal, ecosistema perfecto para el JEEP Avenger.

 

DEHESA DE HONTANARES Y HAYEDO DE LA PEDROSA

En el valle del Lozoya subimos de nuevo al JEEP Avenger y vamos hasta Riaza, en la vertiente segoviana de la sierra, para enfrentarnos al tercer desafío en bici de montaña del otoño en las dehesas de robles de Hontanares y el hayedo de la Pedrosa, colgado de las crestas pizarrosas de la sierra de Ayllón y una joya forestal de esta especie en el Sistema Central, con varios ejemplares de hayas centenarias.

Antes de llegar a Riaza, dejamos a nuestra derecha la estación de esquí de La Pinilla, otro lugar donde poder disfrutar de la bici, gracias a todos los recorridos que se han creado, siendo el mejor bike park existente en la zona centro. Desde Riaza, lugar ideal para comer un buen cochinillo, buscaremos el camino hasta llegar a la ermita de Hontanares, con unas preciosas vistas y seguiremos avanzando en busca de uno de los hayedos más septentrionales de Europa, el Hayedo de la Pedrosa, menos popular que el de Montejo o la Tejera Negra, pero no menos espectacular.

Nuestro recorrido es un lienzo de constantes cambios de color, y nos aventura a coronar el puerto de La Quesera, desde donde nos asomamos a un territorio cuyo índice de densidad de población es de los menores de Europa. Es momento de volver a bajar hacia Riaza, subirnos en nuestro JEEP Avenger y volver a la ciudad, después de haber transitado por las tres mejores rutas para realizar en esta época.

El interior del JEEP Avenger es muy cómodo y está lleno de pequeños detalles.

Una bici de montaña, un coche con alma de aventura y pasión por el ciclomontañismo, combinación ideal

De entre las tres versiones disponibles, pudimos disfrutar de la versatilidad de la versión híbrida del JEEP Avenger.