1. Es importante consultar las condiciones de cada compañía antes de comprar nuestro billete, para no encontrarnos que nuestra bici no pueda subir al avión o tengamos que pagar un sobreprecio inesperado. Por el mismo motivo, tenemos que avisarles de que viajaremos con bici.
2. Llega al aeropuerto con mucha antelación. Tendrás que facturar la bici aparte en la ventanilla mercancías especiales, además de tener que volver a hacer cola para facturar tu equipaje normal. No tengas prisa para salir del aeropuerto, seguramente tu bici llegue a la recogida de equipajes más tarde, ya que la manipularán aparte del equipaje ordinario. En algunos casos hemos llegado a esperar al menos media hora más.
3. Pedales y cambio trasero, mejor fuera de la bici, a no ser que nuestra bolsa/maleta lleve protecciones o compartimentos específicos para aislarlos. Un poco de plástico de burbujas o gomaespuma de las que vienen en las cajas de bici vendrán bien para envolver estas piezas y evitar que dañen la bici, así como para proteger palancas de bloqueo de suspensiones, soporte de gps, etc.
4. Asegura la cadena con una brida o una cincha, incluso en las maleas rígidas o semi-rígidas. Su forma hace que sea muy posible que vaya moviéndose y rozando con todo cuanto vaya cerca de ella.
5. Si usas bridas recuerda que luego hay que cortarlas… una pequeña navaja multiusos o multiherramienta no vendrá mal, pero ten en cuenta que no puedes llevarla en el equipaje de mano. Si has empaquetado tu bici en una caja, lleva cinta de embalar para el viaje de vuelta. Y no olvides poner tu nombre y número de contacto en la caja/maleta de la bici.
6. Tu pulsómetro/gps, luces, medidor de potencia… mejor en tu equipaje de mano.
7. No conocemos a nadie a quien le hayan explotado las ruedas de la bici en la bodega del avión no presurizada, pero no está de más desinflar las ruedas (pero no del todo, para evitar que la llanta quede muy expuesta), las suspensiones de aire y la tija telescópica “por si acaso”. Las ruedas de los aviones van infladas con nitrógeno seco que es un gran compensador de la presión y la temperatura… por algo será. Por el mismo motivo, no lleves bidones de agua llenos junto a la bici.
VER: Así facturan las aerolíneas por transportar tu bici