Sus dos últimas vueltas en el mundial de Lenzerheide serán recordadas como el momento en el que el MTB americano volvía a lo más alto, 17 años después... su caza y captura a Annika Langvad fue una demostración de tenacidad y convicción. Unos meses antes, las dos mujeres que se estaban disputando el título mundial en el duro y técnico circuito suizo, habían compartido experiencias, sudor y alegría, al mismo tiempo que victorias, en la Absa Cape Epic 2018, la prueba por etapas más famosa del mundo. Ellas habían ganado pedalada a pedalada siete victorias de etapa y la general corriendo bajo los colores de Specialized, y ahora había llegado el momento de que el título mundial Elite fuera para Dinamarca, o que volviera a Estados Unidos, 17 años después de que Alison Dunlap ganara el título mundial de la misma categoría en el segundo Mundial celebrado en Vail (Colorado), en septiembre de 2001, con medio mundo conmocionado por el derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York la semana previa al Mundial. El tesón y la determinación de Courtney la llevaron a lograr el título Mundial Elite siendo la más joven de las aspirantes al título. Siempre rodeada por sus padres, esta joven californiana tiene la cabeza muy bien amueblada y en 2019 está viviendo su primer gran cambio deportivo al pasar a las filas del Scott-SRAM, después de toda una vida deportiva ligada a Specialized.
Cuéntanos un poco cómo llegaste al deporte y si te enamoras del Mountain Bike desde el principio.
Llevó en el deporte desde siempre, desde el instituto, ya había hecho algo de trail running, aunque como con quince años ya sabía que el MTB estaba hecho para mí. Crecí en la zona de Sausalito, cerca de San Francisco en California, y me considero afortunada por haber crecido en una zona como esa, donde están las raíces del deporte.
No hay una rival a batir, hay 10 corredoras muy rápidas ahí fuera.
Tienes un historial impresionante en las “otras" categorías, pero si alguien te hubiera preguntado a principios de 2018 si estabas pensando en ser campeona del mundo en Lenzerheide, ¿qué dirías?
Bueno, nunca es fácil de responder eso antes de la temporada, y aunque no era lo principal, había tenido “mensajes" y sabía lo que era perder un Mundial, como el año anterior en Cairns (Australia) en la categoría sub23. Las carreras del Mundial, donde en un solo día te lo juegas todo, son especiales. En Suiza este año, de repente vi que era la oportunidad, se presentó delante de mí y no podía desaprovecharla.
El año pasado fuiste brillante con Annika Langvad en el Cape Epic, una carrera completamente diferente a la Copa del Mundo. Tradicionalmente, la gente dice que las carreras por etapas son mejores para las personas mayores. ¿Cómo fue tu Cape Epic?
Era algo completamente diferente para mí, y la primera carrera por etapas en la que iba a competir. Desde que decidí que acudiría, en otoño de 2017, me lo tomé muy en serio y entrené para hacerlo lo mejor posible. Es una carrera que enamora, su gente, los locales, la atmósfera que se respira, todo un reto. Para mí fue una experiencia sobresaliente, y volveré, pero no este año. A nivel de resultados, ganar 7 etapas y la general, no era algo que tuviera tan claro antes de tomar la salida, fue incluso mejor de lo esperado.
Saltemos al pasado: Julie Furtado, Alison Dunlap, Ruthie Matthes, ¿Alguno de estos nombres te dice algo?
Si, por supuesto... ellas han sido algunas de las mejores mountain bikers de todos los tiempos y ayudaron a traer el deporte hasta donde lo conocemos hoy. Para mi país, Estados Unidos, ha pasado mucho tiempo en el que no ha habido victorias en el MTB internacional, si acaso algún podio. Haberlo logrado 17 años después para mí significa mucho, aunque no conozco a ninguna de ellas personalmente, pero me encantaría.
En el MTB actual, se habla mucho de que las batallas de mujeres en las pruebas de Copa del Mundo son mejores y más espectaculares que las de los hombres. ¿Crees que las chicas están cambiando Mountain Bike?
No diría que los estamos cambiando, pero sí que estamos logrando un mayor reconocimiento al más alto nivel, que es lo que representa la Copa del Mundo. Actualmente en la categoría masculina sí que hay un mayor dominador que es Nino Schurter, pero si vemos las carreras del año pasado, se puede ver qué cantidad de mujeres estamos luchando, no ya solo por la victoria, sino por los puestos del podio, con espacios muy apretados en tiempos.
Gracias a estas carreras tan atractivas y espectaculares seguro que podremos traer más atención hacia las carreras femeninas, que de otra manera podrían pasar más desapercibidas. Esto ayudará a conseguir nuevos patrocinadores más focalizados en el mercado femenino, y también que haya más mujeres practicando deporte, eso es muy importante. Me encanta ver cada vez más mujeres practicando deporte, disfrutando, descubriendo el deporte, aunque no compitan.
Muchos corredores profesionales dejan sus carreras en la universidad para centrarse en los deportes. ¿Te ha costado mucho esfuerzo combinar tus estudios con el deporte o ha sido fácil?
El año pasado acabé mi carrera de cuatro años en la Universidad, de Biología Humana. Compatibilizar los estudios con mi carrera deportiva creo que me ha dado un equilibrio, y me ha ayudado a ser una atleta más completa, a entender mejor el deporte, y a ser más eficiente. Ahora, como profesional 100% voy a dedicar mi tiempo a mejorar como mountain biker profesional, por eso entiendo que he dado el paso correcto al estar en un equipo como el SRAM-Scott, donde puedo desarrollarme por completo como deportista, mejorar mis puntos débiles, y aprender de la gran experiencia que tienen todos mis compañeros en el equipo.
Poder compartir entrenamientos o un campus con la técnica que tienen Nino o Andri (Frischknecht) es algo que difícilmente podría hacer en otros equipos, así que estoy en el lugar adecuado para mi nueva etapa.
Durante todos los años anteriores en los que has estado en el equipo Specialized ¿tenías algún tipo de cláusula que diera prioridad a tus estudios o cómo lo organizabas?
No, no tenía ninguna cláusula en el contrato, simplemente he dado lo mejor de mí y he intentado combinar mis estudios en la Universidad con las carreras de la mejor manera posible. Ahora tendré más tiempo para entrenar y podré empezar una etapa dedicada al 100% al Mountain Bike como profesional.
Entro en una nueva etapa llena de esperanzas deportivas.
Tu progresión ha sido natural o en los últimos años ha cambiado tu forma de entrenamiento, entrenador, etc?
Creo que soy una corredora muy consistente y que en eso se basa una gran parte de mis resultados. No es el resultado de un año, sino una evolución. En mi primer año de Copa del Mundo sub23 fui octava en la general, el segundo año cuarta, el tercero segunda y el cuarto primera. Por tanto, digamos que sí, una buena parte es una progresión natural. También, hace dos años pasé a tener a Jim Miller como entrenador, pasando a asumir más volumen en mis entrenamientos, ver como mi cuerpo lo asimilaba y ser todo aún más profesional.
¿Qué parte de tu entrenamiento está basado en la bici de MTB y cuánto realizas en la de carretera?
¿Y en la de gravel?(risas) Últimamente he estado montando también con la bici de gravel, depende de la época, pero es curioso como el simple uso del cambio de tipo de bici, carretera, montaña, gravel... te despeja la mente y te refresca, mentalmente es buena esa diversidad. Por supuesto, hago una gran parte en carretera, pero estoy haciendo muchísimo con la bici de montaña por un tema de posición, adaptación y sobre todo para mejorar mis cualidades técnicas.
Estoy completamente centrada en mi camino a los JJOO de Tokio 2020.
¿Cuáles son las razones por las que dejas tu equipo de toda la vida para la SRAM de Scott? ¿Fue fácil o difícil?
Con la victoria en el Mundial, tenía varias oportunidades, y aquí tengo los mejores recursos, y todo lo que rodea al equipo está al máximo nivel.
Es un gran cambio, sin duda, pero es una gran oportunidad. Estar con el mejor equipo, rodeado por los mejores en el deporte. Uno por uno, son los mejores: Thomas Frichknecht como director de equipo, Nino, Lars y Andri como compañeros, es el entorno ideal para intentar lograr mis metas en los próximos años, son olvidar el equipo técnico que está detrás y conforma un gran equipo. Para mi es sin duda una gran oportunidad que tenía que aprovechar y así lograr mis objetivos para los próximos años.
¿Cuáles son tus principales objetivos para este 2019?
Estoy completamente centrada en mi calendario de XCO, en mi camino hacia el objetivo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Es un plan estratégico, muy intenso, y en el que todo va enfocado a esa cita en 2020, aunque en 2019 no puedo olvidar que voy a vestir el maillot Arco Iris que para mí es un honor, y lo quiero representar de la mejor manera posible, con la Copa del Mundo y el Mundial entre mis objetivos prioritarios.
¿A quién consideras tu principal rival para la Copa del Mundo? ¿Y para los eventos de todo o nada como el Mundial?
No te podría un solo nombre, porque no hay solo una corredora a batir, hay al menos diez corredoras a tener muy en cuenta en la parrilla de salida. En general, esto lo hace todavía más interesante, más desafiante si cabe, porque a lo largo de la temporada de Copa del Mundo tendremos circuitos muy diferentes, algunos más de fuerza, otros más técnicos, otros donde predomine la estrategia o la velocidad... Será entretenido.
No hay que olvidar que, en cuanto al Mundial, Jolanda Neff es increíblemente rápida y segura en condiciones húmedas, y el Mundial será en Mount Saint Anne (Canadá) donde esas condiciones no son extrañas... Aparte de cada circuito, las condiciones climatológicas son otro punto importante que hay que tener muy en cuenta cada fin de semana de carrera, y hay que saber adaptarse y jugar las cartas lo mejor posible. Será un gran año, sin duda, y estoy deseando que empiece mi primera temporada como Elite dentro del Scott-SRAM ya para saber dónde estamos exactamente.