Hoy en día no falta ese momento de la ruta donde nos juntamos todos para hacer La Foto del día y luego colgarla en Facebook. Con la facilidad de tener una cámara decente en prácticamente cualquier móvil actual, o de llevar una compacta ligera en la mochila, saber sacarles partido es fundamental. En este artículo explicaremos unos trucos que harán destacar una simple foto de grupo o un paisaje que nos llama la atención.
-Seguir la “regla de los tercios” en el encuadre o ajustar la exposición correctamente mejorará nuestras fotos de manera increíble-
1. BARRIDOS
Típico: bosque sombrío, poca luz, pero un paisaje de lo más llamativo. En la imagen se ve con detalle cada rama, cada tono de verde, pero dejamos la cámara quieta cuando pasó el ciclista y parece que en ese momento había un fantasma cruzando por delante de nuestra cámara. No es una técnica fácil, pero intenta seguirle con la cámara mientras disparas (si tiene ráfaga la cámara, tendrás más posibilidades de clavarlo). A veces, si hay muy poca luz, el fondo quedará como una mezcla de todos los colores de la escena, pero una buena captura da buena sensación de velocidad.
2. ALTURA/INCLINACIÓN
Perspectiva. Agáchate. Tírate al suelo. Súbete a un árbol. Métete entre algún arbusto. No cuesta ni un céntimo, sólo pensar un poco y saber verlo. Gran parte de las galerías de miles de fotos son todas iguales, fotos hechas a la altura de la cabeza donde sólo se ven personas puestas encima de sus bicis. Están bien, pero tampoco transmiten nada. Algo tan fácil como agacharnos un poco o situar la cámara a ras de suelo suele dar un efecto mucho más llamativo, incluso, según el ángulo que capte la cámara, a veces exagerando el tamaño del sujeto. Muchas veces, cuando el lugar es un poco “insípido” en cuanto a paisaje, pero queremos sacarle partido a algo en concreto, se puede añadir detalles como un cierto desenfoque de unas flores cuando les da el sol, césped que queda como un ligero velo verde en la parte inferior de la imagen, o incluso una composición a través de las ramas de un árbol seco que te lleva la vista directamente a la acción.
3. NO USAR EL ZOOM DIGITAL
Sólo óptico (normal). Muchas veces, bien porque lo que queremos sacar está demasiado lejos o bien porque no nos apetece movernos, usamos el zoom digital. Vemos que la imagen se pixela y sale todo borroso, pero aun así hacemos la foto y le damos el ok, pero al llegar a casa y verla en grande parece casi una acuarela. Mi recomendación es, si se puede, desactivar el zoom digital desde un primer momento, y acercarnos “a pata” hasta conseguir el encuadre que queremos. Además de ganar mucha más calidad, te acostumbras a moverte buscando una idea.
4. AUTOFOTOS CON MINI-TRÍPODE
Cuenta atrás ráfaga. Un buen accesorio que puedes llevar en la mochila es un mini trípode, barato, y que apenas pesa 50 gramos. Tanto si sueles ir sólo y quieres salir en la foto para no tener un paisaje solitario, como si estás en un gran grupo y no quieres faltar, esto te puede ser de gran ayuda. Puedes colgarlo de cualquier rama, ponerlo a ras de suelo, o incluso encajarlo en alguna pieza de la bici. En cuanto a la cámara, hay muchas opciones posibles entre modelos y marcas, pero lo mínimo es una cuenta atrás de 10 segundos y un disparo. A partir de ahí, las hay que ofrecen más tiempo, ráfagas o incluso varias ráfagas por tandas. Haz los cálculos, y ¡corre!
4. PAISAJES
Ubicar elemento. Otro clásico son los paisajes o fotos de ruta donde sólo se ve camino y los alrededores. No siempre se puede conseguir, pero añadir un ciclista en el encuadre suele ser un punto llamativo, más aún si lleva colores complementarios como ropa roja sobre un bosque de musgo verdoso, o un verde claro sobre un acantilado con todo el mar de fondo, por ejemplo.
5. CONTRALUZ
Los contraluces. Esos típicos momentos donde la luz está espectacular, y no puedes resistirte a hacer la foto, pero después de probar varias veces, no encuentras un punto intermedio. O la gente sale negra y el sol bien, o sacas todas las caras y un cielo blanco sin detalle. El papel del sensor de la cámara tiene mucha importancia, pero hay dos puntos a tener en cuenta que ayudan de manera significativa. Lo primero es procurar pillar el Sol en una posición baja, para conseguir ese tono cálido tan característico. Otro detalle que ayuda bastante es taparlo parcialmente con algún árbol, con el borde del casco del rider, o incluso esperar a que esté a segundos de ponerse. De esta forma puede conseguirse gran detalle en las sombras, pero al mismo tiempo, un cielo con color y donde se distinga claramente dónde está el Sol.
6. RETRASO DISPARO
Aprieta antes. La principal desventaja de una compacta es que tarda demasiado en hacer la foto desde que apretamos a fondo el disparador. Mientras que una réflex media tarda escasos milisegundos, la típica cámara que podemos llevar en la mochila sin notar su presencia tarda lo justo para perder el momento clave si no lo tenemos controlado. Por suerte, ese tiempo puede reducirse en un buen porcentaje. Igualmente, no todas las cámaras tienen estas opciones, pero cada mejora ayuda. Si tiene estabilizador (VR, OS, IS, o siglas similares), intenta desactivarlo. Como norma general, lo único que hace en deportes es dificultar el correcto seguimiento, y además consume más batería. Enfoque manual: no es una opción común, pero sin duda, es una gran ayuda. Si puedes, preenfoca a la distancia por donde va el ciclista y bloquea ahí el enfoque. Otra cosa menos que tiene que hacer la máquina entre que aprietas el botón y dispara realmente. Por último, acostúmbrate al retraso del disparador, e intenta tirar la foto justo antes del momento clave.
7. CÁMARA A MANO
Funda delantera. La mayor desventaja de ser el que hace las fotos de las salidas es tener que bajarte de la bici para sacar la cámara de la mochila y al acabar, volver a guardarla. Si llevamos una mini funda en la parte delantera, o incluso por la zona de la cintura, estaremos dispuestos mucho antes, sacando así más fotos y obligando algo menos a que te esperen siempre.
8. ENCUADRE
Rellenar de información útil. Un buen encuadre supone no distraer la mirada en cosas inútiles como un exceso de suelo o de cielo. Como práctica fácil, prueba la regla de los tercios. Sitúa al sujeto en uno de los dos cortes, y el paisaje por ejemplo, en el restante. Mucha gente no lo piensa y gran parte del encuadre es cielo o césped, por decir algo, en vez de poder ver cómodamente lo importante.
9. SMARTPHONE: corrigiendo errores
Una buena forma de aprovechar la cámara de tu Smartphone es diciéndole dónde medir la luz y a qué enfocar. No todos los móviles ofrecen esta opción, pero suele ser tan fácil como apuntar hacia dónde quieres hacer la foto, y con un dedo, dar un toque en la pantalla en el sujeto principal. Esto es útil por ejemplo en situaciones de contraluz donde queremos sacar un grupo de gente, pero el fondo está muy iluminado y en la foto salen todas las caras negras. Un error que suele verse muy a menudo es no enfocar a un sitio concreto cuando queremos fotografiar un objeto pequeño. En estos casos, la técnica es la misma: dar un toque en la pantalla donde queremos que enfoque la cámara, y después, disparar.
Otra forma de mejorar los resultados es editando las fotos en apps descargables como Instagram (aunque aquí tienes que subirlas, no puedes solo editar) o VSCO, que te permite, partiendo de presets simulando antiguas películas fotográficas, tanto ajustes básicos (exposición, contraste, saturación…) como toques más avanzados como balance de blancos, ajuste del tono de la piel o separación de tonos. Una ventaja más de esta App es la posibilidad de elegir la medición de luz en un punto distinto al de enfoque, pero no está disponible en cualquier teléfono.
