Pocos bikers dudan a día de hoy de la utilidad de una tija telescópica en terrenos técnicos. En XC, donde tradicionalmente han sido vetadas por su sobrepeso, ya han demostrado en numerosas ocasiones que pueden ser un arma ideal para no perder ritmo en las bajadas. Aunque una de las limitaciones de las tinas telescópicas es que hay que presionarlas con el peso de nuestro cuerpo para comprimirlas, lo que nos impide pedalear mientras lo realizamos porque vamos en posición de sentadilla con las piernas flexionadas.
Es un lapso de tiempo muy breve, es cierto, pero tal y como Sergio Mantecón nos detallaba en una ocasión “en bajar la tija hasta abajo se tarde un segundo, y mientras no puedes acelerar la bici. Si en una vuelta la usas 10 veces, son 10 segundos que has perdido, y eso puede suponer perder varios puestos en la clasificación”. Este razonamiento de alta competición, que en una ruta de aficionados obviamente no es relevante, es precisamente en el que se basa la tija Autodrop de BMC, en la que se han devanado los sesos para lograr un mecanismo que la haga bajar sola cuando presionamos la palanca.
Durante los dos últimos meses, especialmente en octubre, el equipo ha probado las últimas actualizaciones de su desarrollo, siendo puesta a prueba por Titouan Carod y Jordan Sarrou.
Así funciona
Lo mejor de esta tija es que funciona por dos vías: la tradicional, con un sistema mecánico de accionamiento mediante cable normal y corriente (y sistema interno de muelle), y la gran novedad tecnológica, que se basa en un sistema neumático que comprime la tija cuando accionamos la palanca.
La Autodrop se ha diseñado para que ambos sistemas converjan en uno, de manera que haciendo pulsaciones cortas del mando la tija funciona como una telescópica convencional, es decir, que tendremos que comprimirla nosotros con nuestro peso, ya que simplemente estamos liberando el freno que mantiene a la tija estática.
Haciendo una pulsación más profunda, el accionador (ubicado dentro de la tija) se mueve unos milímetros más hacia el interior, suficientes para empujar un vástago del sistema neumático que es el que hace que la tija se comprima hasta llegar abajo. Y también que se libere.
BMC anuncia una autonomía de 90 movimientos (es decir, 45 de bajada y sus respectivos 45 de subida) con una sola carga de aire, cantidad que debería ser más que suficiente para una carrera de XC de entre hora y hora y media. Para otros usos menoscentrados en la competición puede ser bastante limitado.
Al ser un sistema doble, en caso de agotar el aire comprimido podríamos usarla como una tija convencional, por lo que seguiría funcionando perfectamente. ¿Y qué pasa cuando el aire se agota? Pues que podemos volver a cargar el cartucho con nuestra bomba de taller.
Para eso es la válvula que emerge del tubo de sillín por encima del pedalier, la que se comunica con el cartucho a través del tubo azul flexible.
Aún en fase de prototipo, BMC aún no ha desvelado si esta tecnología será exclusiva para las bicis de los equipos de competición o algún día la montarán las bicis de serie como la Fourstroke e incluso si existirán adaptaciones para otros modelos como el recién estrenado Twostroke.