Mecánica: Puesta a punto de tus frenos

¿Tacto esponjoso? ¿Retroceso lento? ¿roce del disco en las pastillas? La solución no siempre pasa por realizar un purgado, hay que tener en cuenta otros posibles problemas asociados a la acumulación de suciedad en pistones, pinza de freno, pastillas y disco de freno.

Iván Mateos // Fotos: César Cabrera

Puesta a punto de tus frenos
Puesta a punto de tus frenos

Seguro que procuras mantener siempre limpia la cadena de la bicicleta, pero ¿qué pasa con los frenos? Los frenos también requieren atención y un mantenimiento periódico, no basta con purgar el circuito una vez al año. Inspeccionarlos frecuentemente ayuda a detectar problemas, y su mantenimiento contribuye a conservarlos en perfecto estado de funcionamiento durante más tiempo, prologando la vida de los retenes de pistones y pivotes de giro en la maneta.

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  1. Limpiador de frenos. Es un producto específico que no deja residuo de ningún tipo. Su base es isopropanol o alcohol isopropílico.
  2. Aceite para frenos. En este caso, aceite mineral Shimano. Shimano recomienda el uso exclusivo de su propio aceite para conservar el estado de juntas y retenes.
  3. Grasa en spray. Para los pivotes de la maneta.
  4. Dinamométrica. Para revisar el apriete correcto.
  5. Papel de lija. Para lijar las pastillas.
  6. Bastoncillos. Para lubricar los pistones.
  7. Llaves Allen. Indispensables.
  8. Separador Shimano. Mantiene los pistones a la distancia correcta.
  9. Calibre. Para comprobar el desgaste de los discos.
  10. Cepillo. Para raspar la suciedad.
  11. Destornillador Phillips. Para hacer ajustes en la maneta.
  12. Pastillas nuevas. Por si es necesario reemplazar las viejas.

 

 

PASO 1: Empezamos por lo esencial, quitar la rueda para tener espacio para trabajar y poder manipular la pinza de freno con comodidad.
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PASO 2: Sacaremos las pastillas de freno. Según el freno se hará de una forma u otra. En estos Shimano XT primero se retira una arandela de seguridad del extremo del pasador y luego se desenrosca éste.
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PASO 3: Ya se pueden sacar las pastillas. Para extraerlas júntalas, haciendo pinza con los dedos, una contra la otra, a la vez que las deslizas hacia el exterior de la pinza. Los pistones quedan a la vista. 
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PASO 4: Vamos a limpiar/lubricar los pistones. Bombea la maneta de freno en vacío para hacerlos salir un poco más, pero no lo hagas más de 2-3 veces, si los sacas demasiado puedes derramar todo el aceite.  
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PASO 5: ¡Cuidado! No los extraigas más de 3 mm, si te pasas bombeando podrían salirse de la pinza y perder todo el líquido.  
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PASO 6: ¿Ves toda esa suciedad? Hay que eliminarla por completo. El primer paso es utilizar un cepillo de dientes para quitar la suciedad más gorda.
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PASO 7: El spray limpiador de frenos hace maravillas y no deja ni rastro, expulsado la suciedad a presión y secándose al instante.
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PASO 8: Con los pistones y la pinza limpios, llega el momento de lubricarlos. Empapa ligeramente un bastoncillo en el mismo aceite que usa el freno y lubrica alrededor del pistón.
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PASO 9: Con unos desmontables, apalanca los pistones e introdúcelos dentro de la pinza hasta el tope. No utilices ninguna otra herramienta metálica.
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PASO 10: Absorbe el excedente de aceite de lubricación. Si crees que quedan restos, puedes mojar el papel en limpiador de frenos para hacerlos desaparecer por completo.
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PASO 11: Este es el resultado: pistones y pinza relucientes. Los pistones aún están introducidos a tope, ahora los colocaremos.
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PASO 12: Coloca el espaciador de Shimano (o el de tu freno) dentro de la pinza. Esta pieza tiene la medida justa a la que deben quedar los pistones. Bombea la maneta para ajustar los pistones.
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PASO 13: Vamos a limpiar las pastillas en dos pasos, primero lijando la superficie con un trozo de lija fina (grano 500 o más). En la imagen se aprecia la diferencia.
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PASO 14: Segundo con un buen chorro de limpiador de frenos, que eliminará cualquier rastro de contaminante si lo hubiera. Limpia ambas caras, la frenante y la que no.
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PASO 15: Montamos de nuevo las pastillas, prestando especial atención a la colocación del muelle separador: las patillas deben quedar a los lados del material frenante (conocido como ferodo).
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PASO 16: Junta las pastillas haciendo pinza con los dedos y mételas el freno. Coloca el pasador de seguridad para dejarlas afianzadas en su sitio.
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PASO 17: Vamos a comprobar el espesor del disco. Todas las marcas indican un límite de desgaste, que suele situarse entre 1,5-1,55mm de grosor. Por seguridad, no los apures más. 
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PASO 18: Usa el spray para limpiar los discos. En todos los agujeros del disco suele acumularse suciedad que acaba por transferirse a las pastillas y reducen la capacidad de frenado.
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PASO 19: Revisa el apriete de todos los tornillos con una llave dinamométrica. El par de apriete correcto está en torno a 6- 6,2 Nm. Si te pasas puedes dañar las roscas.
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PASO 20: A veces las manetas crujen o chirrían. El mejor producto es una grasa en spray, que se pulveriza muy líquida, penetra y luego solidifica. Retira bien los restos para que no atrapen polvo.
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PASO 21: Afloja la pinza, monta la rueda, y sitúa la pinza centrada sobre el disco. Frena y mantén la frenada mientras reaprietas la pinza. Si es necesario reajusta hasta que no roce el disco en las pastillas.
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PASO 22: Los frenos Shimano de gama alta tienen el tornillo FreeStroke, que sirve para igualar el tacto de ambas manetas, simulando más o menos tensado.
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