Llevamos bastantes años, desde las primeras suspensiones para bici, en los que las horquillas telescópicas han copado el mercado. Con honrosas excepciones, como la propuesta articulada de Proflex con un amortiguador junto a la pipa, los modelos Telelever que desarrollo BMW en los años 90, inspirados en sus motos, o, en la actualidad, diseños muy alternativos como la bici Skurra, o la horquilla Motion Ride, las horquillas que siempre han dominado han sido Telescópicas, con las grandes marcas, las históricas y las presentes, siempre apostando por el desarrollo de ese tipo de horquillas, y generalmente (La gran excepción es Cannondale con su Lefty y antes con el sistema Headshok) con dos “patas”.
Está claro que es porque hay importes razones: el diseño telescópico permite conseguir horquillas muy ligeras, y comportamientos de dirección predecibles, directos. Pero también tiene sus puntos flojos. Tal vez el principal es la flexión y en segundo lugar, la fricción, aunque el orden de los factores puede cambiar según quien lo interprete o según cómo sea la horquilla, porque realmente la flexión y la fricción son dos problemas que están relacionados entre sí: desde el comienzo de las horquillas de suspensión el diámetro de las barras ha ido creciendo, desde los 25 mm. de los inicios, hasta los 40 mm. de algunos modelos de hoy, para conseguir mayor rigidez, especialmente con mayores recorridos, pero eso ha aumentado la superficie de fricción entre barras y botellas, y eso es un problema que afecta al funcionamiento de la horquilla. En ese aspecto Cannondale también ha ido por libre utilizando rodamientos de agujas en sus horquillas para minimizar el rozamiento
Al no tener el “problema” de la dirección, los sistemas de suspensión traseros han evolucionado mucho más, siempre buscando la mínima fricción y con amortiguadores compactos. Se libera al propio amortiguador de la tarea estructural, de dar solidez al cuadro, mediante sistemas articulados, con bieletas y ejes.
Esa solución es la que buscan trasladar a la rueda delantera los sistemas articulados, y lo pueden hacer colocando las articulaciones principales en el cuadro, como los diseños Telelever de BMW, o la solución de Skurra, o bien lo pueden hacer colocando las articulaciones en la propia horquilla, de manera que se evitan complicaciones estructurales (rótulas) para salvar la dirección, lo que va en pro de la fiabilidad, rigidez y precisión. Estas son las razones que llevaron en su día a Proflex a apostar por una horquilla articulada con amortiguador en el centro, junto a la pipa, aunque esa solución implicaba limitaciones geométricas y en recorrido (ver foto arriba). Ahora Trust Performance ha apostado por duplicar la articulación (una en cada pata) y llevarla junto al eje de la rueda, para conseguir ampliar las posibilidades en recorrido y optimizar el comportamiento, el tacto de la suspensión, además de bajar el centro de gravedad.
A priori esta horquilla nos recuerda a la Lauf, pero las diferencias son muy grandes. Donde la apuesta de Lauf está en la sencillez, en apostar por la flexión de un material para conseguir una suspensión de poco recorrido y no modulable, sin embargo la Trust Message esconde una verdadera suspensión, con articulación y amortiguador (escondido en la pata principal de la horquilla), lo que implica ventajas como la ya comentada de liberar al amortiguador de su tarea estructural, y también permitir jugar con diferentes ratios (la relación entre la carrera del amortiguador y el recorrido final de la rueda), lo que permite adaptar esta horquilla a diferentes recorridos partiendo de la misma estructura. Concretamente se podría llegar desde los 110 a los 150 mm en versiones compatibles con rueda de 29” y 27,5”, y desde los 130 a los 150 mm. en versión sólo para 27,5”. Para el modelo de serie Trust ha apostado por 130 mm.
Otra ventaja que argumenta la marca es que este diseño se adapta a la perfección a los diseños geométricos modernos de mayor distancia entre eje de pedalier y rueda delantera con potencia corta, al conseguir una mayor linealidad entre el eje de la dirección y la articulación de la suspensión, lo que repercute en un tacto más directo y estable aún cuando la horquilla se hunde.
El diseño articulado también permite combatir de manera más eficaz a nivel de anti-dive, en lo que respecta a la interferencia de las frenadas en el comportamiento de la suspensión. Es una ventaja más declarada por la marca que tendremos que comprobar cuando llegue una de estas unidades a nuestras manos. Lo que ya conocemos son sus datos técnicos: 100% carbono, 1980 g, Boost 15x110, 130 mm de recorrido, compatibilidad con ruedas de hasta 29 x 2,6”o 27,5 x 2,8”, compatibilidad con frenos desde 180 a 203 mm. y tres modos de ajuste, que podemos seleccionar desde la parte superior de la horquilla: Firm, Mid y Open.
La horquilla se puede adquirir directamente en la web de la marca, y, como podías imaginarte, no es precisamente barata: casi 2400 euros al cambio. Eso sí, la marca declara que aguanta 250 horas de uso sin ajustes o revisiones.
A esta Trust Message le toca pues ir contra el aplastante peso de la historia para acabar diciéndonos que, a pesar de que es lo que siempre habíamos creído, las horquillas telescópicas no son la mejor manera de diseñar una suspensión delantera. ¡Para este cometido tendremos que desearle muchos ánimos!
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